Oaxaca es la entidad del país con las peores condiciones para atraer inversiones privadas relacionadas con el nearshoring, y pese a la construcción del llamado Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec.
Según un estudio realizado por el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), el estado oaxaqueño junto con el Estado de México y Zacatecas, presenta desafíos para atraer estas inversiones debido a la falta de mano de obra calificada, transporte público eficiente e infraestructura para el tratamiento de aguas residuales.
Por rubro, en materia de mercado laboral, Oaxaca es el tercer estado del país con la menor mano de obra calificada. En este factor se analizan características relacionadas con factores como la disponibilidad de mano de obra, el nivel y la infraestructura educativa y el acceso a capacitaciones laborales y habilidades como el dominio del inglés. Estas características pueden resultar atractivas para aquellas empresas y trabajadores interesados en aprovechar los beneficios de mercados laborales competitivos.
El estado de Oaxaca, por ejemplo, tiene los niveles más bajos de habilidad en el idioma inglés, junto con Chiapas y Coahuila.
En materia de infraestructura, el estado también figura entre las 11 entidades del país con el menor número de plantas de tratamiento de aguas residuales industriales.
Otro de los factores analizados por el IMCO está relacionado con el Estado de Derecho y marco regulatorio, donde se consideraron indicadores de incidencia delictiva en las empresas, percepción de la eficiencia del marco regulatorio de la entidad y existencia de programas gubernamentales encaminados a impulsar la atracción de inversiones.
Y en materia de servicios básicos, Oaxaca también ocupó el último lugar en los indicadores analizados. Por ejemplo, es la entidad del país con la menor producción de vivienda por habitante, en el acceso a servicios básicos como agua potable y drenaje, y en cantidad y calidad del transporte público.
“La investigación muestra que en los cuatro ejes analizados Nuevo León, Aguascalientes y Coahuila tienen un mejor desempeño que el resto de las entidades y cuentan con facilidades para aprovechar la tendencia de relocalización de cadenas productivas.
“En contraste, Oaxaca, Estado de México y Zacatecas son entidades cuyas condiciones estructurales dificultan la atracción de inversiones y el incremento de actividades económicas ligadas con el nearshoring”, advierte el IMCO en su estudio.