En 1970 se instaló el primer aserradero en Santa Cruz Itundujia, comunidad de la Mixteca de Oaxaca, para el aprovechamiento de los recursos forestales de su bosque. Actualmente son al menos 13 aserraderos en la población que explotan la tala inmoderada de árboles.
José García, originario de Santa Cruz Itundujia, denuncia que esto ha provocado que haya áreas completas en las que se ha deforestado el bosque.
Y el problema, dice, es que el pueblo no tiene ningún programa de reforestación, no hay viveros que permitan la re siembra, y no hay asesoría técnica para aprovechar sustentablemente el pino: “lo cortan y se llevan sólo el trozo, queda tirado el ramaje, no se aprovecha los restos del árbol”.
“Es una pena van a toparse con montañas de aserrín que está ahí tirado. Obviamente, al abrir caminos a diestra y siniestra, trae la ventaja de la comunicación, pero también el daño de la erosión que se ha abierto en las barrancas en todo el pueblo. Hay terribles daños a la ecología”.
Los 13 aserraderos que actualmente existen en Santa Cruz Itundujia, explica, son de habitantes de la comunidad; pero que trabajan para una empresa o empresas privadas, y no cuidan el medio ambiente porque, insiste, no hay un plan de mantenimiento del bosque.
El asunto de que corten la madera y de que dañen el bosque, advierte, es la repercusión inmediata en el cambio en el régimen de lluvias: “llueve menos, hay menos agua, y eso lo están viviendo directamente los campesinos”.
José García menciona que el pueblo está dividido desde muchos años, luego de que un grupo de habitantes decidió organizarse del medio ambiente y de los recursos naturales de la comunidad; pero, todas las instancias de gobierno municipal están a favor de que existan esos aserraderos, porque representan un ingreso económico.
“No cuestionamos el desarrollo económico, cuestionamos que no hay un plan de mantenimiento, no hay un plan de conservación del medio.
“Hemos visto las experiencias de los pueblos mancomunados y de la Sierra Sur, pero en Santa Cruz Itundujia no hay ningún plan, y eso queremos, que les exijan a las empresas que hagan algo para cambiar el estilo de trabajo que se viene aplicando”.
Asimismo, afirma que esto no es exclusivo de Itundujia. También la tala inmoderada se puede observar en los bosques de municipios como Atatlahuaca, Chalcatongo, San Miguel y en toda la zona alta fría.
En estas mismas poblaciones, señala, los campesinos sembraron tarde porque no había agua y porque no había lluvias. Esto provocó que a la siembra los alcanzara el frío y las heladas de octubre del año pasado, lo que causó que se “quemaran” los cultivos.
“Entonces no hubo cosecha, se quedaron sin maíz. Es algo doloroso”, manifiesta José García.