El Espacio Estatal en Defensa del Maíz Nativo de Oaxaca aseguró que la iniciativa de la presidenta de la República, Claudia Sheinbaum Pardo, no protege las semillas nativas y criollas del maíz porque dejó fuera de cualquier regulación a los granos de maíz genéticamente modificados.
Es decir, explicó, no impide que los organismos genéticamente modificados (ogm) entren al país para ser utilizados por la industria, ya que la mayoría de alimentos chatarra, aceites comestibles y substitutos de azúcar para refrescos, entre otros, se producen con este tipo de granos, aunque no solo de maíz.
“Lo anterior”, sostuvo, “poniendo en riesgo la salud de quienes no pueden escoger alimentarse sanamente, o sea la mayoría de la población, incluida la niñez”.
Ayer, el presidente de la Cámara de Diputados Federal, Ricardo Monreal, informó que se pospuso la aprobación de la ley que prohíbe el maíz transgénico en México.
El Espacio Estatal, sin embargo, recalcó que la iniciativa presidencial de reforma constitucional que presentó el pasado mes de enero para “declarar el maíz como elemento de identidad nacional y establecer la obligación del Estado de garantizar el cultivo de maíz libre de transgénicos en el territorio nacional”, no protege a cabalidad los maíces nativos y los sigue dejando a merced de las empresas transnacionales semilleras y sus nuevas tecnologías de modificación genética.
“Las organizaciones que integramos el Espacio Estatal en Defensa del Maíz Nativo de Oaxaca, expresamos en esta declaración nuestra palabra para no dejar de señalar los peligros a los que nos han empujado las políticas neoliberales”.
Además, recomendó a Claudia Sheinbaum a revisar que entre los funcionarios de su gobierno no “haya traidores al servicio de esas empresas y del gobierno de los Estados Unidos como ha sucedido en el pasado reciente”.
También le pidió sacar la agricultura de los tratados comerciales con otros países y en consecuencia trazar políticas que pongan énfasis en la producción de alimentos sanos.
“Es urgente transitar de la agricultura convencional de paquetes tecnológicos que contienen semillas artificiales y agrotóxicos que ya enferman cuerpos de niños y campesinos, a la adopción de sistemas agroecológicos y tradicionales, entre otros, adecuados a las diferentes regiones y ecosistemas del país”.