Con mucho amor para Valentina, la quinta llamita.
Muy activo se ha visto últimamente el gobernador de la primaveroinfernal de Oaxaca; y no es que quiera recuperar los dos años perdidos de su régimen sino que son tantos los planes y ocurrencias desbordadas que algo hay que hacer para justificar el exponencial presupuesto federal para Oaxaca. Fuera de las rutas rápidas a la costa y al istmo de Tehuantepec así como al corredor interoceánico, y de las que el mandatario nunca deja de presumir, no se ve otra obra de importancia, que no sea el monumento al ego del Parque Primavera en San Martín Mexicapan. El millonario presupuesto federal ya está anunciado para re encarpetamiento y las vías de Salina Cruz a Pinotepa Nacional y a Huajuapan de León, así como carreteras troncales en la Mixteca, donde por cierto la presidenta de México ha establecido la Comisión “Lázaro Cárdenas del Río” para atender obras de agua potable, caminos y cooperativas para mujeres y estará a cargo del jefe de oficina de la presidencia Lázaro Cárdenas Batel. Este organismo era antiguamente la Comisión del Balsas. La presidenta Claudia Sheinbaum en su reciente visita anunció para Oaxaca “como nunca” otras obras rezagadas por gobiernos anteriores y cuyos fantasmas no ha dejado de demonizar el gobernador morenista. Estas promesas de la presidenta de México ponen eufórico al Ejecutivo, como si estuviera en otra dimensión, y se pierde en un discurso de promesas y “gozonas”, pero también de mucha soberbia y amenazas contra los que él considera sus enemigos como son los Murat y los periodistas que solo reseñan la realidad de Oaxaca. El mandatario, el secretario de Gobierno y el tal Geovani, brujo de cabecera del gobernador amenazan con revelar los montos financieros que organizaciones sociales, ambientalistas y defensores de Derechos Humanos reciben del extranjero sólo para golpear y criticar al régimen de izquierdistas adoctrinados que está en el poder. El gobierno tampoco muerde la punta del rebozo para demonizar el intermediarismo, el tráfico de influencias, la corrupción, el nepotismo, pero ninguno del gabinete deja de tener hijos, hermanos, sobrinos, cuates en cargos públicos de importancia. No se muerden la lengua cuando condenan estas prácticas en los gobiernos anteriores. Hay que ver la paja en el ojo ajeno y no la viga en el propio.
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PUES sí, el gobernador anda de arriba a abajo aplanando el terreno, pero los pueblos que siempre han vivido en esa región de la pobreza exponencial siguen igual, olvidados del progreso que no ha llegado todavía a despojarlos de sus suelos, de sus riquezas naturales, de sus vientos y de sus sueños. La felicidad que les da la pobreza, es la paz y la tranquilidad que les permite vivir sin codicias, sin odios; creciendo y viviendo al lado de sus milpas y arroyos cristalinos donde saciar su sed. A lo lejos se ven las llamas que envuelven las metrópolis del odio y las guerras por la codicia del dinero y el poder. Allá también hay hambre, hay sequías y escasez de agua, aunque un gobernante delirante dijo que dotará a su pueblo del vital líquido durante los próximos cincuenta años, es decir que le resolverá esta crisis del vital líquido a ocho mandatarios después de él. Nadie podrá ser feliz en un pueblo de hipercrisis y conflictos sociales desbordantes, de incertidumbres y zozobras producto de una delincuencia desatada que opera impunemente no solo protegida por la autoridad sino en contubernio y de la mano con ella misma en los tres ordenes de gobierno, incluso con el ejército. Nadie puede estar tranquilo y feliz con gobiernos como el de Oaxaca que no ven la realidad, que no frenan la corrupción que ellos están fomentando desde el mismo palacio de Gobierno, pero sobre todo que no toman en consideración a las victimas de la delincuencia organizada, los feminicidios, los que mueren combatiendo los incendios forestales. El gobernador y los miembros de su gabinete nunca se refieren a los muertos.
So long raza y un abrazo por el día de la amistad.