Desde la llegada de Morena al Poder Ejecutivo, México entró en una espiral ascendente de corrupción, como nunca antes se había visto.
Por eso no es ninguna sorpresa que Transparencia Internacional informe que México cayó al lugar 140 de 180 países en percepción de corrupción. Es la calificación más baja en la historia: 26/100.
Morena prometió erradicar la corrupción, pero en su gobierno la ha multiplicado, infiltrando cada rincón de la vida pública y dejando al país en manos de unos cuantos beneficiados. Son la delincuencia organizada en el poder, donde familias enteras se benefician del dinero del pueblo.
Según Raquel Buenrostro, funcionaria de Morena, la corrupción afecta en alrededor de 20% del presupuesto federal; es decir, 1/5 del presupuesto federal se va a las cuentas bancarias de los funcionarios de Morena y a sus campañas electorales.
Por eso, los programas sociales ya no sirven a la gente, sino al partido en el poder.
Morena extorsiona electoralmente a quienes más necesitan ayuda, amenazando con quitarles su sustento si no votan por ellos. Mientras tanto, en los hospitales faltan medicinas, las escuelas están en el abandono, la seguridad es un desastre y el dinero del pueblo se desvía para beneficiar a unos pocos.
No podemos seguir así. El futuro de nuestras familias está en juego. No podemos permitir que la corrupción siga robándonos oportunidades, seguridad y bienestar.
Desde el Comité Directivo Estatal del PRI en Oaxaca, alzamos la voz junto a nuestro presidente nacional, Alejandro Moreno Cárdenas, para exigir un alto a esta impunidad. México merece un gobierno honesto, que rinda cuentas y ponga el bienestar de la gente por encima de sus intereses.
Es momento de defender a nuestras familias, de recuperar la justicia y de construir un país donde el esfuerzo y la dignidad valgan más que la corrupción. ¡Juntas y juntos podemos lograrlo!