El colectivo Luz de Esperanza Desaparecidos Jalisco confirmó el fallecimiento de Teresa González Murillo, conocida como ‘Teresita’, tras permanecer en estado crítico desde el pasado 27 de marzo. Ese jueves por la noche, en su domicilio en la colonia San Marcos de Guadalajara, al menos tres hombres armados intentaron secuestrarla. Al resistirse, uno de los agresores le disparó en la cabeza, dejándola gravemente herida. Pese a los esfuerzos médicos, ‘Teresita’ no sobrevivió, y su muerte fue anunciada con profundo dolor por sus compañeras y compañeros de lucha.
González Murillo, líder de comerciantes ambulantes en el centro de Guadalajara, se unió al colectivo tras la desaparición de su hermano Jaime González Murillo, de 40 años, el 2 de septiembre de 2024 en la misma zona. Su valentía la llevó a enfrentarse a amenazas previas del crimen organizado, incluyendo un ataque reciente a su hija de 15 años, golpeada fuera de su secundaria días antes del atentado. El colectivo denunció que el contexto en Jalisco se ha vuelto ‘hostil’ para las buscadoras, y la falta de respuesta de la Fiscalía del Estado tras el ataque agrava la sensación de abandono.
Héctor Flores, del colectivo, reveló que ni la familia fue informada directamente del deceso —se enteraron por medios— ni las autoridades han avanzado en el caso u ofrecido protección, a pesar de estar inscritos en el mecanismo de Segob para defensores de derechos humanos.
El asesinato de Teresa eleva a ocho el número de madres buscadoras ultimadas en México desde 2021, en un país donde más de 115 mil personas permanecen desaparecidas.
‘Teresita’ deja un grito de auxilio para las buscadoras que enfrentan amenazas diarias, su muerte interpela a un sistema que no logra proteger a quienes buscan a sus seres queridos.