La Fiscalía General del Estado de Puebla completó la entrega de los restos de nueve jóvenes tlaxcaltecas, cinco hombres y cuatro mujeres, localizados sin vida el 2 de marzo en la autopista Cuacnopalan-Oaxaca, en el municipio de San José Miahuatlán. Los cuerpos, identificados mediante estudios forenses, correspondían a personas reportadas como desaparecidas desde el 27 de febrero, tras viajar a las playas de Huatulco y Zipolite, Oaxaca.
El hallazgo ocurrió durante un patrullaje de la Guardia Nacional, que encontró un vehículo Volkswagen Vento con placas de Tlaxcala abandonado en el kilómetro 83 de la autopista. Los restos presentaban heridas de bala, huellas de tortura y desmembramiento, lo que generó conmoción en Tlaxcala y desató investigaciones coordinadas entre las fiscalías de Puebla, Oaxaca y Tlaxcala.
Las autoridades de Oaxaca detuvieron a una persona presuntamente implicada en el caso, quien ya fue presentada ante un juez, aunque no se han revelado detalles sobre su identidad ni su grado de participación. Además, se investiga la posible relación de los hechos con un grupo delictivo dedicado al robo de transporte y mercancía, que opera en la región limítrofe de los tres estados.
Una de las jóvenes, Brenda Mariel Salas, fue localizada con vida en Puebla, pero las circunstancias de su rescate no han sido aclaradas. Las familias de las víctimas, que han exigido justicia, decidieron limitar el acceso a medios para evitar la revictimización, mientras sepultaron a los jóvenes en municipios como Yauhquemehcan y Apizaco.
El gobierno de Tlaxcala ha comprometido su colaboración con las autoridades de Puebla y Oaxaca para esclarecer los hechos. Las investigaciones continúan para determinar las circunstancias exactas del crimen y si existen más responsables involucrados en este caso que ha marcado a la comunidad tlaxcalteca.