En días recientes el INEGI publicó los datos del Indicador Mensual de la Actividad Industrial al corte del año 2024. En los cuales se destaca que el estado de Oaxaca registra una variación anual del 11.6% promedio anual, posicionándola como la entidad federativa con el mayor crecimiento de la actividad industrial de México durante el 2024. En consecuencia, la clase política de Morena en el estado celebró estos resultados, incluido Salomón Jara, quien en un post en sus redes sociales del día 15 de abril, daba a conocer que se sentía orgulloso que el liderazgo del estado en crecimiento industrial es producto de los proyectos estratégicos que se han impulsado en su denominada “primavera oaxaqueña”.
Sin embargo, diversos especialistas a nivel nacional coinciden en que, la construcción del Corredor Interoceánico es lo que verdaderamente ha impulsado el crecimiento industrial, específicamente en la región del Istmo de Tehuantepec. De acuerdo con datos del propio Gobierno de México, se estima en 32 mil 875.24 millones de pesos la inversión al cierre del año 2024 en este proyecto.
Otro ejemplo de este efecto directo es el estado de Veracruz, entidad que también esta beneficiada con el proyecto transístmico, y con un 5.6% se ubica como el tercer estado con mayor crecimiento en su actividad industrial durante el año 2024. Dicho de otra manera, la inversión por parte del gobierno federal permitirá que los sectores como la construcción, la modernización de la infraestructura y el sector manufacturero continúen con un crecimiento en ambos estados.
Sin embargo, de acuerdo con Héctor Magaña Rodríguez, reconocido analista económico, se estima que este boom industrial continúe en los próximos años ya que el corredor aún está en desarrollo. Pero también, que existe el riesgo de que este dinamismo económico no se mantenga en el largo plazo sino se implementan estrategias efectivas para un desarrollo sostenido.
Por todo lo anterior, surge la siguiente interrogante, ¿cuáles son esos proyectos estratégicos que señala el gobierno del estado de Oaxaca han fortalecido la infraestructura estatal, así como la economía local? Mismos que asegura el propio gobernador, han sido los verdaderos detonantes del crecimiento industrial, mejorando las condiciones para un futuro de oportunidades, bienestar y prosperidad.
Al respecto, no resulta sorprendente que el gobierno Jarista vuelva a colgarse de los proyectos e inversión federal, para hacerle creer al pueblo de Oaxaca que son logros de su gobierno. No obstante, en su afán por festejar con bandera ajena, el gobernador y gran parte de su gabinete, se olvidan de que existen otros datos que ponen en evidencia su falta de conocimiento técnico y su falta de visión.
Dentro de la misma información que el INEGI publicó sobre el Indicador Mensual de la Actividad Industrial 2024, existen tres datos preocupantes para el largo plazo.
En primer lugar, en materia de planificación urbana e industrial, se cuenta con los datos de la variación porcentual de la actividad económica número 22 que se refiere a la generación, transmisión, distribución y comercialización de energía eléctrica, suministro de agua y de gas natural al consumidor final. Esta variación para el estado de Oaxaca en los meses de enero (-9.3%), febrero (-3.8%), marzo (-7.0%), mayo (-12%), junio (-1.7%), septiembre (-30.4%) y noviembre (-10.1%) del año 2024 registra variaciones negativas. Palabras más, palabras menos, en cualquier región industrial del mundo, dentro de las prioridades se encuentra la generación y suministro eléctrico y de gas, así como de la extracción y suministro de agua. Aspecto en el cual, y aún y cuando no han iniciado las actividades industriales, el gobierno del estado tiene serias deficiencias para asegurar el suministro de estos servicios.
En segundo lugar, se encuentra el Índice de Volumen Físico que también se contempla en el informe del INEGI, el cual es el indicador que mide la evolución de la producción física de un sector económico, eliminando los efectos de los cambios de precios. Siendo una herramienta utilizada para analizar cualquier sector económico, permitiendo medir la variación real de la producción a lo largo del año que, para el caso de Oaxaca, se registra que el crecimiento real fue del 9.08%. Por lo cual se deduce que, si bien existió un crecimiento positivo anual, los beneficios esperados fueron afectados directamente por las fluctuaciones de la inflación.
En tercer lugar, de acuerdo con el informe de Inversiones Extranjeras 2024 laborado por la Secretaría de Economía del gobierno federal, Oaxaca no se encuentra dentro de las 10 entidades federativas con los mayores montos de inversión extranjera directa durante el 2024. Siendo la Ciudad de México, el Estado de México y Baja California las mejores posicionadas en este aspecto. Pero lo verdaderamente preocupante es que, de enero a diciembre del 2024, el porcentaje de participación del estado de Oaxaca al porcentaje nacional total acumulado durante el año fue de 0.2%, menos del 1% y similar al mismo periodo, pero del 2023.
Estos datos permiten inferir que, si bien existe un crecimiento de la actividad industrial, esta no ha influido en la llegada inversiones privadas al estado. Y, por lo tanto, también se deduce que el mayor porcentaje de la población oaxaqueña tampoco perciba los beneficios del tan aplaudido crecimiento industrial.
Al respecto otros datos más. De acuerdo el Sistema de Cuentas Nacionales de México del INEGI, en Oaxaca, el número de puestos de trabajo de la economía informal aumento durante el 2024, registra un aumento en el promedio anual del 2.5% en comparación con el año anterior 2023. Por actividad económica, el número de puestos informales en las actividades secundarias pasó de 62.9% anual en el 2024, al 68.1% para el tercer trimestre del 2024.
Por otra parte, el informe anual sobre la situación de pobreza y rezago social 2025, elaborado por la Secretaría del Bienestar, señala que Oaxaca cuenta con un muy alto grado de rezago social a nivel de entidad federativa, estando en el segundo lugar en este aspecto. Además, el 58.4% de su población se encuentra en situación de Pobreza, el 38.2% con pobreza moderada y 20.2% con pobreza extrema, el 65.7% no cuenta con acceso a los servicios de salud, y el 74.3% no tiene acceso a la seguridad social. Sumado a que 76 municipios se encuentran con un grado de rezago social muy alto, 142 en un nivel alto, 176 con grado medio, 145 con niveles bajos y solamente 31 se posicionan con un nivel muy bajo.
En materia de seguridad también se cuenta con un escenario poco alentador. El pasado 22 de abril se publicaron los resultados de la Encuesta de Seguridad Pública Urbana 2025 del INEGI. En la cual se señala que, de enero a marzo del 2025, tan sólo en Oaxaca de Juárez, capital del estado, el 68.9% de la población de 18 años y más se siente insegura. Superando el 57.8% registrado para el mismo periodo, pero del año 2024. En esta misma encuesta se registra que en el mismo municipio, solamente el 45% de la población tiene confianza en el gobierno estatal.
Es cierto que el proyecto del Corredor Interoceánico en el Istmo de Tehuantepec es de vital importancia para el estado de Oaxaca, con el cual se espera se reduzcan los niveles de pobreza y rezago social en el estado. Sin embargo, un proyecto tan ambicioso ocupa que los encargados del uso del presupuesto público oaxaqueño, cuenten con la capacidad para diseñar e implementar políticas públicas en materia de planificación urbana y desarrollo regional con visión al largo plazo. Y no celebrar lo evidente, sino, por el contrario, explotar la inversión pública federal para maximizar los beneficios a nivel local.
Para lograrlo, son necesarios cambios radicales en el gabinete estatal, así como también, que los titulares de las dependencias además de cumplir con las encomiendas de la línea política del gobernador también procuren utilizar un equipo técnico para un mejor asesoramiento en la toma de decisiones. De lo contrario, pueden seguir llegando los programas sociales y la inversión del gobierno federal, pero en Oaxaca no habrá un verdadero cambio; sin dejar de mencionar que la certeza de la continuidad del régimen morenista ha comenzado a tambalear, tanto en Oaxaca como a nivel nacional.