Sinaloa. – En las últimas semanas, Mazatlán ha sido escenario de incidentes que han puesto en el centro del debate la discriminación y el racismo. Un video viral del 21 de abril mostró a un extranjero, presuntamente estadounidense, increpando a gritos a un trabajador de la construcción que comía en una banqueta en la zona turística, exigiendo que se retirara. La grabación, ampliamente compartida en redes sociales, generó una ola de indignación y protestas locales, con vecinos manifestándose frente al domicilio del involucrado.
Por otro lado, Mazatlán también ha enfrentado críticas por actitudes discriminatorias de algunos mexicanos hacia visitantes y residentes de origen afrodescendiente o indígena. En marzo de 2025, activistas denunciaron que negocios locales en la Zona Dorada dieron trato preferencial a turistas de piel clara, mientras que personas de piel oscura reportaron ser ignoradas o atendidas con desdén, según testimonios recopilados por organizaciones como Racismo MX.
Estos incidentes reflejan tensiones más amplias en un destino que atrae a miles de turistas extranjeros y mexicanos cada año. La llegada de visitantes, especialmente de Estados Unidos, ha generado beneficios económicos, pero también fricciones culturales.
En 2024, el debate sobre la gentrificación en Mazatlán se intensificó tras la prohibición de música de banda en ciertas playas, percibida por algunos como un intento de priorizar los gustos de extranjeros sobre las tradiciones locales.
Organizaciones como el Colectivo para Eliminar el Racismo en México (COPERA) han señalado que el racismo en Mazatlán no es un problema nuevo, sino parte de una estructura histórica de discriminación basada en el color de piel y el origen étnico. Estudios del INEGI muestran que los mexicanos de piel oscura tienen menos acceso a educación y empleos bien remunerados, un patrón que se replica en interacciones cotidianas en destinos turísticos.
Las autoridades locales han prometido investigar los casos recientes, pero hasta ahora no se han anunciado medidas concretas. Mientras tanto, en redes sociales, usuarios piden respeto mutuo y mayor educación sobre la diversidad cultural. Mazatlán, conocido por su hospitalidad, enfrenta el desafío de equilibrar su identidad como destino global con la necesidad de fomentar una convivencia inclusiva para todos.