El Vaticano se prepara para el funeral del Papa Francisco, programado para el sábado 26 de abril de 2025 a las 10:00 horas en la Plaza de San Pedro. El pontífice, quien falleció el lunes 21 de abril a los 88 años tras un derrame cerebral y un paro cardíaco, ha sido despedido por más de 250 mil fieles que acudieron a la Basílica de San Pedro desde el miércoles para verlo en capilla ardiente.
La misa funeral será presidida por el cardenal Giovanni Battista Re, decano del Colegio de Cardenales, y se espera la asistencia de 130 delegaciones internacionales, incluyendo a líderes como el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, el presidente ucraniano Volodymyr Zelenskyy y el príncipe Guillermo de Gales, representando al rey Carlos III. Tras la ceremonia, el cuerpo del Papa será trasladado a la Basílica de Santa María la Mayor para su entierro, rompiendo con la tradición de ser sepultado en el Vaticano.
Francisco, conocido por su simplicidad, dejó instrucciones claras para un funeral austero, reflejando su vida como pastor y no como figura de poder. Su cuerpo yace en un ataúd de madera sencillo, alineado con las reformas que él mismo aprobó en 2024 para los ritos funerarios papales. El evento marca el inicio de los nueve días de duelo, conocidos como Novemdiales, mientras los cardenales se preparan para el cónclave que elegirá a su sucesor, previsto entre el 6 y el 12 de mayo.
La muerte de Francisco, tras una hospitalización de 38 días por neumonía bilateral y problemas respiratorios, ha generado un debate sobre el impacto de su papado. Aunque impulsó cambios progresistas y defendió a los marginados, enfrentó críticas por su manejo de los escándalos de abuso sexual en la Iglesia, un tema que marcó su legado. Su partida deja a los 1,400 millones de católicos del mundo en un momento de incertidumbre.