Erika Beccera estaba embarazada cuando se infectó con el nuevo coronavirus, los médicos le indujeron el parto para poder salvar al bebé, antes de que la madre fuera internada en la unidad de cuidados intensivos; los familiares de la madre, informaron que pudo conocer a su hijo antes de morir.
Detroit, Estados Unidos, 14 de diciembre (RT).- Una mujer de 33 años de edad Detroit, en Estados Unidos, ha fallecido recientemente por la COVID-19 sin poder sostener por mucho tiempo a su hijo recién nacido antes de ser trasladada a la unidad de cuidados intensivos, informan medios locales.
Según el hermano de la víctima, Miguel Avilez, la mujer identificada como Erika Beccera no tenía ninguna enfermedad preexistente que pudo haber contribuido al agravamiento de su estado de salud. Tras ser diagnosticada con el nuevo coronavirus, los médicos decidieron inducir el parto.
“Ella pudo abrazarlo (al bebé) y hablar un poco con él. No estaba mejorando, así que la pusieron en el respirador artificial”, comentó Avilez al tiempo que se lamentó por la pérdida de su hermana.
Los Angeles, CA
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Asimismo, agregó que nadie sabe lo que la madre le susurró a su hijo antes de que los apartaran.
El menor no fue diagnosticado con la COVID-19 pero Erika empeoró. “Podías verla llorando, estuvo llorando hasta los últimos momentos de su vida”, manifestó su hermano.
Finalmente, la familia decidió sacarla respirador artificial el 3 de diciembre. Con su partida, la joven dejó al bebé, a otra hija de aproximadamente un año de edad y a su esposo.
“Mucha gente dice que esta pandemia es un engaño, pero hasta que no les pase a ellos o a su familia, sabrán lo que es realmente el dolor”, concluyó Avilez.
Fuente: Sin Embargo MX