* Imperativo es hacer nuestra la consigna ¡Sí se puede! para estimular la cultura ciudadana de la denuncia social, a través de los medios de comunicación tradicionales y emergentes, y confirmar que hay soluciones.
* Inteligentes como son las mujeres, cuánta razón tuvo la doctora en antropología e investigadora oaxaqueña Nelly Margarita Robles García, al criticar la proliferación de antros y bares en el corazón de la capital.
A riesgo de incomodar a las hipócritas buenas conciencias y a los políticamente correctos indispensable y obligado es señalar que lenta e inexorablemente las y los oaxaqueños nos hemos convertido en huérfanos.
No es otro el calificativo que merecemos la inmensa mayoría, salvo honrosas excepciones cada vez más escasas, porque atentar brutalmente contra nuestra casa común, la capital oaxaqueña, es no tener madre.
No obstante el grave y creciente proceso de descomposición político, social y económico todavía hay voces dispuestas a desafiar la apatía, la cobardía y, lo peor, la complicidad que prevalece de manera generalizada.
La denuncia ciudadana, a través de las redes sociales han obligado a las autoridades federales y municipales a frenar el atentado al patrimonio cultural en pleno Centro Histórico de la capital oaxaqueña.
Imperativo es hacer nuestra la consigna ¡Sí se puede! para estimular la cultura ciudadana de la denuncia social, a través de los medios de comunicación tradicionales y emergentes, y confirmar que hay soluciones.
El Centro Regional del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y la Dirección de Desarrollo Urbano, Obras Públicas y Medio Ambiente Municipal, se vieron obligados a clausurar el adefesio referido.
Urge que investiguen Joel Omar Vásquez Heredia, del INAH; Carlos Moreno Gómez, de Desarrollo Urbano Municipal; y del director del Instituto del Patrimonio Cultural (INPAC), Amando Bohórquez Rodríguez.
Clausurar el atentado al patrimonio cultural tiene dos grandes lecciones, primero: ¡Sí se puede! frenar abusos y corruptelas de las autoridades federales y locales, con denuncias a través de las redes sociales.
Lo más importante es conseguirlo vía la oportuna denuncia de José Luis Bustamante del Valle, integrante del Patronato Pro Conservación y Rescate del Patrimonio Cultural y Natural de Oaxaca (PRO-OAX).
El detalle, de ninguna manera, es un asunto menor, porque pone de manifiesto la cultura de la defensa del patrimonio cultural de Oaxaca impulsada por la vida y obra del ilustre maestro juchiteco Francisco Toledo.
Lograr la clausura de la obra de la fachada que atenta contra el entorno colonial de los inmuebles del Centro Histórico de la capital oaxaqueña es el mayor y mejor homenaje que se pueda rendir a Toledo.
Al mismo tiempo, es el mayor y mejor homenaje que se pueda rendir a la Declaratoria del Centro Histórico de Oaxaca, como Patrimonio Cultural de la Humanidad, por la UNESCO, durante su XXXIII Aniversario.
Difícil entender que se conozcan estos atentados, cuando el seis de diciembre, se conmemoró el avance de la cuarta década de la incorporación del Centro Histórico al Patrimonio Cultural de la Humanidad.
Al enterarnos del asunto sin escuchar ninguna voz de protesta, irreverentes y contestatarios como somos nos atrevimos a tuitear el mensaje: Sin el maestro Toledo, acabó fuerza de la mano izquierda a ProOax.
Afortunadamente, no fue así, educado y atento como es nuestro amigo-hermano José Luis Bustamante del Valle, integrante de (PRO-OAX), nos hizo saber telefónicamente que elevaba su enérgica condena.
Es inaceptable permitir un brutal atentado como el perpetrado en la fachada de la vieja casona que fuera propiedad de la familia Borbolla en la primera calle de Macedonio Alcalá, en pleno Andador Turístico.
Aclaremos paradas. No se trata de matar la vida de los inmuebles catalogados como coloniales e históricos localizados en el corazón de la ciudad de Oaxaca de Juárez, capital de la llamada Gran Señora del Sur.
Inteligentes como son las mujeres, cuánta razón tuvo la doctora en antropología e investigadora oaxaqueña Nelly Margarita Robles García, al criticar la proliferación de antros y bares en el corazón de la capital.
Y no falta razón a la especialista, dadas las bestiales alteraciones a la arquitectura colonial de edificios del Centro Histórico de la capital del estado por el excesivo uso comercial de estos en la ciudad de Oaxaca.
“No necesitamos ser una cantina para figurar en el mapa nacional”, dijo la investigadora reconocida con la medalla a la memoria del historiador y arquitecto zacatecano “Federico Sescosse Lejeune” 2020.
La celebración del XXXIII aniversario de la declaratoria de la zona arqueológica de Monte Albán y el Centro Histórico de la ciudad de Oaxaca como sitio Patrimonio Mundial por la Unesco incluyó la entrega de la medalla.
La doctora Robles García criticó la proliferación de antros, la modificación de las rejas de las ventanas para usarlas como puertas y la utilización y alteración de las terrazas para que funcionen restaurantes y bares.
La experta en antropología condenó que en los inmuebles catalogados se construyan nuevos pisos que atentan contra la altura y la autenticidad; pero, sobre todo, por su uso y destino habitacional, no comercial.
Responsabilizó al síndico del Ayuntamiento capitalino, Jorge Castro Campos, a quien solicitó crea una unidad de investigación científica y arqueológica de la ciudad para preservar su arquitectura colonial.
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