¿Y Tú qué estás haciendo?…reviró el gobernador Alejandro Murat Hinojosa sumamente molesto a la titular de la Secretaría de la Mujer, Miriam Liborio Hernández, en la Primera Audiencia Pública en Palacio de Gobierno.
Ello, luego de que un grupo de madres de familia organizadas, cuyas hijas fueron víctimas de feminicidio, algunas desde hace cinco largos años, llegaron en busca de justicia, no de dinero ni de trabajo, sino de que el Mandatario oaxaqueño se enterara de viva voz de lo que han padecido en su largo peregrinar para que los responsables de los hechos paguen con cárcel sus delitos.
Y es que el grupo de mujeres ya habían solicitado una audiencia con Miriam Liborio desde enero, solo que la funcionaria pública nunca las recibió, ni les tomó importancia sobre el tema grave de feminicidios y la paralización de los procesos penales que enfrentan los casos de sus hijas asesinadas.
¡Claro!…anda de Dama de compañía, no tiene tiempo para atender los asuntos que le competen a la Secretaría de la Mujer, insistimos, convertida en “besamanos” y filial del DIF-Estatal.
Les cuento estimados lectores, de verdad es lamentable que los y las funcionarias no ayuden al gobernador Alejandro Murat y este es un ejemplo claro de esas graves omisiones.
Para que el grupo de madres de familia organizadas que han sido víctimas de feminicidios desde hace 5 años, lograran acceder a una audiencia con el gobernador Alejandro Murat Hinojosa, fue un suplicio, un peregrinar que parecía imposible de alcanzar.
Este martes 21 de marzo, pese al desorden que se registraba en la capital oaxaqueña por las múltiples manifestaciones tanto de maestros de la Sección 22 de la CNTE, como de normalistas y de organizaciones sociales, las madres de familia, cuyas hijas fueron víctimas de feminicidio, lograron ingresar a Palacio de Gobierno.
Ahí estaban las mamás de Viridiana Monserrat García Robles, Dafne Denisse Carreño Bengochea y Leslie Wilson Pérez, todas ellas asesinadas y a los presuntos responsables aún no les dictan sentencia, otros no tienen ni siquiera orden de aprehensión.
El grupo de mujeres que el mismo dolor las llevó a organizarse, suman 20 madres de familia cuyas hijas han sido víctimas de feminicidio y de homicidio calificado, han tenido que guardar su luto para poder enfrentar a las autoridades en exigencia de justicia en Oaxaca y en la mayoría de los casos, han hecho el papel hasta de abogadas para poder exigir que la ley se cumpla.
Todas ellas fueron utilizadas, en su momento, por grupos de mujeres feministas, pero no para que lograran justicia por sus hijas asesinadas, sino para que las líderes obtuvieran sus objetivos políticos, todas esas organizaciones quienes dicen defender a las mujeres, sin excepción de ninguna, jamás hicieron nada para ayudarlas.
Llevan cinco años en su peregrinar y una de las trabas más recurrentes que han enfrentado en la Fiscalía General de Justicia, es que no hay lana para seguir con el proceso de investigación y de la detención de los demás presuntos responsables que andan prófugos, porque el recurso que está destinado para ello no ha sido entregado por la Secretaría General de Gobierno (Segego), se desconoce qué pasa con ese dinero.
Se suspendió la búsqueda, no hay lana, es el argumento del fiscal Héctor Joaquín Carrillo Ruiz, al igual que los jueces que tienen los casos de sentencia para los que ya están presos como Edgar Fabián Martínez Carmona; Alejandro Enrique Rivera López; Cecilia Ruiz Sánchez y Julio César Ruiz Martínez, no tienen sentencia.
Mientras que a Kevin Gonzalo Rojo Martínez ni siquiera le han librado la orden de aprehensión por influencias de sus padres con el juez segundo penal del Centro.
Cuando las madres de familia le relataron al Gobernador los hechos, Murat Hinojosa les dijo que las entendía perfectamente bien, y fue cuando llamó a Miriam Liborio y al fiscal Héctor Carrillo, a la primera además de preguntarle qué estaba haciendo, también le recriminó que cómo era posible que no estuviera al tanto de ese tema tan grave.
Y ahí mismo les ordenó a los dos funcionarios que les daba una semana para que le entregaran un informe detallado de cada uno de los casos expuestos, lo que sonó más a una sentencia del Mandatario oaxaqueño contra sus colaboradores que no han hecho su trabajo.
Murat Hinojosa se comprometió con las madres víctimas de feminicidio a que se hará justicia, habrá penas muy severas contras los responsables de esos hechos, pero que además lo exhibirán públicamente ante la sociedad para que no vuelvan a cometerse ese tipo de delitos contra las mujeres.
El Gobernador mostró sensibilidad y apertura con el grupo de mujeres y les insistió que tanto Miriam Liborio como Joaquín Carrillo tienen una semana para entregarle el informe pormenorizado de los casos.
Ese es el gran problema que enfrenta el gobierno de Murat Hinojosa, sus funcionarios y funcionarias, que todo lo toman a la ligera, que se molestan, incluso, cuando se les dice la verdad, lo cierto es que no están haciendo su chamba.
A estas alturas de los 100 días, ya era para que Miriam Liborio tuviera las fichas técnicas de cada uno de los casos que están pendientes de ejecutar sentencia, de los que aún no se libran órdenes de aprehensión, de los que están prófugos, debería tenerlos hasta memorizados por la relevancia del tema.
Liborio Hernández debería conocer hasta los nombres de cada una de las víctimas, porque no estaba ni enterada que el grupo de mujeres víctimas de feminicidio habían solicitado audiencia con el gobernador Alejandro Murat.
Con razón se enojó el Gobernador, porque lamentablemente es el último en enterarse que muchos de sus colaboradores no trabajan.
Las mujeres le dejaron claro: “No venimos a pedir dinero, no queremos que nos mantengan, queremos justicia porque estamos olvidadas”.
¡Plop!
Y efectivamente han sido olvidadas, no solo en el tema de justicia, sino también en el tema de los huérfanos que dejaron las víctimas, la mayoría son de muy escasos recursos, y los infantes no tienen acceso ni siquiera a becas, a desayunos escolares, a nada.
Pero si se tratara de los hijos de los presos en los penales, esos infantes tienen todo, por ellos sí se preocupan las autoridades estatales, en una total incongruencia.
Al final del encuentro del grupo de mujeres con el gobernador Alejandro Murat, cuando se despidieron y se encaminaban hacia la salida, Miriam Liborio les dijo: “Tenemos pendiente una reunión…”.
¡Qué tal!
¡Cuánto cinismo!
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