Pese a las oraciones y cuidados médicos, Othón Cuevas Córdova ((2 de julio de 1965-28 de diciembre de 2020) partió al encuentro con Dios, el mismo día en que falleció, por las mismas causas, el compositor Armando Manzanero.
Pocos días antes, su señora madre, doña Reyna, había sucumbido también. En el 2016, se había quedado sin su compañera y esposa, Teresita de Jesús Santaella, Chuy, con quien había fundado, en 1994, el Centro de Desarrollo Comunitario Centeótl, dedicado a apoyar en materia de capacitación, fomento del auto empleo, promoción del ahorro y crédito. Éste, como las empresas cooperativas Amaranto de Mesomérica y Ama, son proyectos exitosos en el sector social.
Desde el 2002, el programa de micro créditos para los más vulnerables, inventado por el Nobel de la Paz 2006, Muhammad Yunus, fundador del Grameen Bank, fue materializado por Centéotl en Oaxaca.
Diputado federal del PRD (2006-2009), y participante del movimiento democratizador de Andrés Manuel López, Othón luchó con denuedo, en la Cámara Baja, contra la reforma energética que intentó Calderón. Cobró notoriedad cuando le pidió, “por el amor de Dios”, al secretario de gobernación foxista, Carlos Abascal, que no ordenara la represión en contra del movimiento magisterial y popular del 2006. Igualmente pugnó, en el gobierno de Gabino Cué, como subsecretario de desarrollo social y humano, porque ex braceros oaxaqueños recuperaran sus ahorros.
Como legislador sacó la cara a favor de los defraudados por cajas de ahorro e impulsó el decreto, por el cual, cada 15 de octubre se celebra en Oaxaca el Día del Amaranto, con el fin de que existan políticas públicas para su producción y cultivo, y así se mejore la alimentación y nutrición del pueblo.
Seguidor de la teología de la liberación, desde la Pastoral Juvenil Diocesana y por sus estudios en el Seminario Regional del Sureste, Othón fue amigo y gran compañero de mujeres y hombres de organizaciones de la sociedad civil como Educa, Canica y otras, así como de personalidades como Arturo Lona Reyes. En reciprocidad, sus ex compañeros del Seminario ofrecieron misas, por el eterno descanso de su alma.
Como diputado por Morena, en la 64 Legislatura local, sabía que los espacios ganados a la política debían servir para ayudar a los demás. Cuevas era de los pocos por los que preguntaba el presidente López Obrador cuando llegaba a Oaxaca.
Su incursión en el periodismo quedó plasmado en los periódicos La hora y El tequio, y en las caricaturas que aquí mismo disfrutamos. Practicó el senderismo, la fotografía y el ciclismo. Admiraba a Ernesto Cardenal como poeta.
Pese a su capacidad organizativa y política, la mezquindad le regateó mejores responsabilidades legislativas. Fue una de las figuras del grupo de los 9, en dicha soberanía. Sin embargo, como cabeza de la comisión de protección civil, cumplió con creces su tarea. Era de los legisladores que más hacia uso de la tribuna.
El 31 de agosto pasado, la activista suiza-canadiense-mexicana, Hanni Sager, le donó a Centótl su casa en “El callejón de los ensueños”, de San Agustín Etla. Me tocó atestiguar, al igual que Luis Ignacio Velásquez y Mario Jiménez Leyva, el acto de desprendimiento de esta mujer admirable, discapacitada, de 82 años.
Sin embargo, fijó una condición: que al morir ella, sus instalaciones sean utilizadas como un centro comunitario, de apoyo a los discapacitados y a los niños; se respete la naturaleza y se rescaten los juguetes tradicionales. Ella misma creó en su taller una muñeca de Frida Khalo, figura inspiradora que la convenció de quedarse en México.
La filosofía de Hanni es que debe fortalecerse al mundo, con mucha más armonía, humanidad y sin violencia: “Si tú, cada día, abrazas a un niño, a una planta, a un animal; si siembras una semilla, el mundo será mucho mejor y más bueno…”. Habitar en un mundo solidario y de amor al prójimo, coincidían ambos.
A pocos días de su partida, siguen inconsolables su padre don Gerardo, sus siete hermanos, sus hijas Nallely e Itzel y su nieto Mauricio. También su esposa Silvia Ramírez y Sara, su particular. Con Othón Cuevas, se perdió un entrañable activo de la Cuarta Transformación: de izquierda, humanista, cristiano, quien dejó huella promotor de la democracia en Zimatlán de Álvarez, y en el estado. Se recordará, por mucho tiempo, su generosidad como camarada, amigo y digno representante popular, al lado de sus iguales, en el Congreso.
@ernestoreyes14