Fue enviado por su dirigente nacional Alejandro Moreno Cárdenas, presidente del CEN del PRI a Oaxaca para organizar y “meter orden” entre las y los priistas, ahora que son tiempos de campaña y definir, según ellos, a los mejores perfiles, pero el delegado federal Alejandro Guevara Cobos, entendió al revés, solo llegó a causar divisionismo y confrontación como si el tricolor estuviera en bonanza.
El pasado lunes 15 de febrero se realizó la toma de protesta del membrete llamado Organismo Nacional de Mujeres Priistas (ONMPRI), en Oaxaca, donde le tomaron protesta a las integrantes del consejo estatal, dirigido por Liz Acosta, quien después de dar su mensaje en la sede del Comité Ejecutivo Estatal allá por los rumbos de Santa Rosa, saludó a las y los integrantes de la mesa del presídium.
Pero tamaña sorpresa se llevó cuando intentó saludar de mano a Rebeca Cervantes, quien sin decir más, la mandó a volar muy lejos enfrente de todas las mujeres priistas que ahí estaban y del propio tamaulipeco Alejandro Guevara Cobos que no supo qué decir conociendo el carácter temperamental de Cervantes.
No cabe duda que el karma es el karma, y a Liz Acosta se la recordaron, claro que los insultos y la violencia jamás serán justificantes, pero habría que revisar el pasado de quien hoy pretende dirigir a las mujeres priistas, por cierto es de piel muy sensible.
De inmediato las mujeres que integran el ONMPRI le reclamaron a Guevara Cobos, primero que porqué había permitido que Rebeca Cervantes subiera al presídium, ¿en calidad de qué?, si ella no representa a nadie y le había faltado al respeto a la líder de mujeres.
El tamaulipeco, como siempre, se lavó las manos, dijo que él no había invitado a Rebeca Cervantes y que además ya la conocían como era de protagónica. Molestas las priistas arroparon a Liz Acosta y se retiraron, no sin antes Guevara Cobos les ofreció una disculpa y las invitó a desayunar al siguiente día martes 16 de febrero, para empezar a acordar las candidaturas de mujeres, porque deben cumplir con la cuota de género.
Las priistas le dejaron claro que no querían ver a Rebeca Cervantes ya, en ninguna reunión porque no ostenta ningún cargo, que se quede con su corriente crítica y que haga su trabajo.
Sin embargo, para sorpresa de unas 60 priistas que asistieron el mismo lunes por la tarde a la reunión convocada por Eduardo Rojas Zavaleta, líder estatal del tricolor, en conocido hotel de la capital oaxaqueña, ahí nuevamente llegó Rebeca Cervantes y se sentó al lado de Guevara Cobos, quien no solo la había invitado a la reunión sino que le dio el micrófono para que diera la bienvenida y ahí empezó el desorden.
Las priistas como Raquel Alberto, Virginia Hernández, Rosa Nidia Villalobos, Ángeles Cabrera, Maritza Escarlet, Lety Cruz, Mónica Bernardino, Angélica Avilés, Azucena Hernández, Delfina Prieto, Virginia Vega, entre otras le recriminaron al delegado la falta de respeto a su dirigente estatal y de un solo golpe se levantaron más de 40 mujeres de la mesa, dejando con un palmo de narices al tamaulipeco.
Y aunque Guevara Cobos intentó retenerlas, esta vez las priistas abandonaron el salón con la advertencia de que le harían llegar la inconformidad a su líder nacional Alejandro Morena Cárdenas e incluso pedirían su salida como delegado federal.
Liz Acosta, en un intento de conciliar se quedó en la mesa principal, pero Rebeca Cervantes de la corriente crítica le aventó un puñetazo a la líder estatal del ONMPRI, que por fortuna no dio en el blanco porque el tamaulipeco logró esquivarlo, caso contrario la descuenta y se habría armado la trifulca entre priistas.
Al ver la actitud violenta de Rebeca, la imberbe líder del ONMPRI puso pies en polvorosa, argumentando que por prudencia era mejor retirarse, porque las demás priistas tampoco estaban mancas.
Hasta ese momento Lalo Rojas y Amairani Morales, no habían hecho acto de presencia, a pesar de que habían convocado a las priistas a la reunión de trabajo, no se sabe si porque en verdad se les hizo tarde o de plano fue a propósito para exhibir a Guevara Cobos, es decir, plan con maña en el que el inexperto tamaulipeco cayó redondito, lo que es no conocer Oaxaca ni tener tantito oficio político.
Tanto Lalo Rojas, Amairani Morales y Alejandro Avilés Álvarez llegaron a la reunión pero el acto bochornoso ya había pasado y también hubo de parte del tamaulipeco reclamos al AAA a quien en tono despectivo le soltó que “eran sus mujeres” y el legislador lo mandó a bailar a Chalma, de mentadas no le bajó, hasta que el coordinador de la bancada priista en el Congreso del Estado de plano se dio la media vuelta y lo dejó hablando.
El martes 16 de febrero, las mujeres del ONMPRI desayunaron con la dirigencia estatal y ahí dieron el ultimátum, que no quieren la presencia de Rebeca Cervantes en ningún acto de mujeres de esa organización, que la dirigente de la corriente crítica se ponga a chambear lo suyo y que a ellas las deje trabajar.
¡Qué nivel!
Ahora entiendo por qué muchas mujeres priistas no logran destacar, falta de preparación y de capacitación, cuando entiendan que solamente son utilizadas por sus líderes para rellenos, entonces se van a preocupar por superarse ellas mismas y reclamar los espacios que les corresponden dentro de su partido, pero con decisión, con conocimiento, con altura, jamás con sumisión e ignorancia.
La violencia no lleva a nada, Rebeca Cervantes se equivocó y debe rectificar su actitud. La dejaron sola.
También es importante y muy preocupante el nivel de violencia y de lenguaje arrabalero que maneja el tamaulipeco Alejandro Guevara Cobos, de quien no se sabe si realmente vino a Oaxaca a meter orden o a terminar de enterrar al PRI.
Guevara Cobos también se confrontó con Jorge Franco Vargas, de quien existe un reporte entre las esferas priistas que el norteño se zapeó a El Chuky en las oficinas alternas de la Secretaría de Administración en la colonia Reforma, y otros comentan que estuvieron a punto de liarse a golpes, el caso es que están confrontados y durante unas semanas el ex ulisista se alejó de las reuniones priistas.
Es muy importante y urgente que Alito Moreno haga una revisión del comportamiento violento de su delegado federal y en qué momento lo mandó, en lugar de ayudar a la unidad, ha dado al traste con lo que queda del PRI.
Por supuesto también debe revisar el trabajo del dirigente estatal, Lalo Rojas y Amairani Morales, si efectivamente han caminado, si están trabajando, creo que es de suma importancia por el bien del priismo, fiscalizar el trabajo de ambos grupos, aunque ya es cuarto para las doce no hay peor lucha que la que no se hace.
Pobre PRI.
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