Lo que son las cosas, caray, es mejor no escupir al cielo.
Tanto que criticó y hasta satanizó a los gobiernos “corruptos” de Felipe Calderón Hinojosa del PAN y Enrique Peña Nieto del PRI, por el manejo discrecional del dinero de las y los mexicanos, hoy el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, emanado de un partido que se dice democrático, lo desnudaron con múltiples irregularidades hasta por $67,498 millones de pesos.
La Auditoria Superior de la Federación (ASF), en su informe de la Cuenta Pública 2019 que entregó de manera virtual a la 64 Legislatura Federal para su análisis y revisión, puso al descubierto las múltiples irregularidades financieras y técnicas en al menos seis dependencias federales, los desnudaron.
El informe entregado por el auditor David Colmenares Páramo sin lugar a dudas ha dejado al descubierto y en grave evidencia la discrecionalidad, la opacidad y el clientelismo con que se manejaron los recursos públicos en el primer año del Gobierno de López Obrador en 2019, y de su cuarta transformación.
Y AMLO en lugar de aceptar las múltiples observaciones realizadas por la ASF, pero además respetar la autonomía de la misma, se puso a descalificarla y decir que “exageran, están mal sus datos, Yo tengo otros datos”, hasta con muecas de burlas, que no le quedan a su investidura presidencial, por eso luego no lo respetan.
Es una gravísima irresponsabilidad, porque su obligación como Jefe de la Nación es ordenar a las dependencias federales observadas cumplir con las aclaraciones y/o comprobaciones en su caso ante el despilfarro de los recursos públicos, principalmente en sus megaproyectos sexenales.
Como bien lo dijo el titular de la ASF, David Colmenares Páramo que la fiscalización no es un fin en sí mismo, sino una imprescindible del sistema democrático, que permite la adecuada interrelación entre gobernantes y gobernados. Evitar la corrupción y la impunidad son las metas finales.
¿Y acaso no es eso lo que tanto ha cacaraqueado AMLO?, el combate a la corrupción, ¿entonces?… ¡El buen juez por su casa empieza!
Simplemente porque se gastó el dinero de las y los mexicanos de manera irresponsable e irregular, pero además AMLO debe recordar que la fiscalización de la Cuenta Pública es una de las funciones exclusivas de la Cámara de Diputados la cual se ejerce a través de la Auditoria Superior de la Federación con la finalidad de conocer los resultados de la gestión financiera, si se cumplió con las disposiciones normativas aplicables y constatar si también lo hicieron con los programas de gobierno.
¿No es éste un gobierno diferente?, eso ha dicho cientos de veces, solo que en su primer año de administración, las irregularidades y la discrecionalidad en el manejo de los dineros, lo rebasaron aunque tenga otros datos, las evidencias en el mal manejo de los recursos públicos no deja lugar a dudas.
Solo chequen el dato. Entre los sectores que más irregularidades presentaron está el de Comunicaciones y Transportes con $22 mil 331.5 millones de pesos presuntamente mal ejercidos o sin la comprobación suficiente, de acuerdo a lo que detalla el documento de la Cuenta Pública 2019.
En su gloriosa obra del Tren Maya tiene observaciones de $156.1 millones de pesos, mientras que la cancelación del Aeropuerto de Texcoco costó al pueblo de México 232% más de lo que había estimado el gobierno federal.
De igual forma se detectaron anomalías en las secretarías que operan la mayor parte de los programas sociales del gobierno de López Obrador: Agricultura y Desarrollo Rural, por $4 mil 576.0 millones de pesos, y la de Bienestar con $3 mil 392 millones de pesos.
Ahora bien. Dentro de los procedimientos y observaciones, el auditor David Colmenares Páramo detalló que derivado del seguimiento a los procesos legales de la Cuenta se han iniciado mil 804 procedimientos de fincamiento de responsabilidades resarcitorias y se integraron mil 439 expedientes de presunta responsabilidad administrativa ante la Dirección General de Investigación.
¡Qué tal!
Sostuvo que también se dictaminaron mil 385 Pliegos de Observaciones “por su no solventación” y están en revisión legal para iniciar los procedimientos correspondientes de investigación o fincamiento de responsabilidad resarcitoria, según corresponda.
Además, se emitieron cuatro mil 769 acciones que muestran que el aumento en el número de revisiones practicadas generó un crecimiento de las tareas de seguimiento.
Respecto a la labor jurídica de la ASF, su titular informó que la semana que terminó se presentaron 13 denuncias penales ante la Fiscalía General de la República (FGR) correspondientes a Cuentas Públicas anteriores.
A propósito de los procedimientos de fincamiento de responsabilidad resarcitoria, comentó que de noviembre de 2019 a la fecha se han iniciado 298 procedimientos también a Cuentas Públicas anteriores que implicaron la notificación a 812 presuntos responsables (Proceso).
En la Secretaría del Bienestar, la ASF encontró deficiencias en dos programas vinculados con el servicio de comunicaciones: la prestación del servicio integral de comunicaciones y el contrato de “Servicios para el Desarrollo del Inventario, Control y Seguimiento de la Entrega-Recepción de las Tarjetas de Bienestar”, uno de los programas insignia del presidente López Obrador.
También encontraron en relación con el contrato de tecnología vinculado a las Tarjetas del Bienestar, que el mismo “carece de controles para acreditar las actividades desarrolladas por el proveedor; se tienen inconsistencias en los entregables; errores en la programación; así como la falta de operación del sistema en el ambiente productivo”.
La ASF estimó pagos injustificados por $24.7 millones de pesos debido a estas inconsistencias.
Y encontró irregularidades en las políticas y procedimientos que tienen que ver con la ciberseguridad: deficiencias en los controles del inventario de software, configuraciones seguras para los dispositivos, protección de datos, seguridad del software de aplicación, plan de recuperación de desastres, así como la falta de pruebas de penetración a la infraestructura y soluciones tecnológicas.
Lo que, de acuerdo a la ASF, ello podría ocasionar un “impacto negativo en la confidencialidad, integridad y disponibilidad de la información de los beneficiarios de los diversos programas sociales”.
Con razón está tan enojado el Presidente López Obrador, si el informe de la Cuenta Pública 2019 es prácticamente “la corrupción al desnudo”. Pero además es el reflejo de la improvisación y las mentiras.
Vamos a ver si las dependencias federales involucradas en actos irregulares aclaran las observaciones, solventan y en cuanto al legislativo federal, Morena tiene la mayoría, no creo que haya mayores sorpresas, lo que sí se pondrá muy bueno es el debate.
¡Chulada de 4T!
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