A finales de octubre del 2017, los legisladores de la 63 legislatura local estaban por desaparecer la Auditoría Superior del Estado (ASE), y crear el nuevo Órgano Superior de Fiscalización del Estado de Oaxaca (OSFEO). Al mismo tiempo, buscaban designar a un auditor y tres subauditores.
El cambio tenía una explicación sencilla: estaban llegando muchos recursos económicos al gobierno del Estado por los sismos que acababan de afectar a gran parte de la entidad oaxaqueña, y el único organismo que podía vigilar ese dinero, era la ASE ― el OSFE todavía no existía ―.
Los diputados ya tenían al hombre idóneo: al contador público Guillermo Megchún Velázquez, maestro de tiempo completo en la Universidad Autónoma de Chiapas. Los diarios de aquella entidad lo conocen como “El corrupto”.
En el sexenio de José Murat, Guillermo Megchún, se desempeñó como contador mayor de hacienda y secretario de finanzas. En ese cargo se negó a fiscalizar la cuenta pública 2000, 2001 y 2002, lo que originó una controversia constitucional promovida por la Cámara de Diputados del congreso federal en contra del gobierno de Oaxaca.
Hoy, la entidad oaxaqueña está pagando la sumisión de los diputados de la 63 legislatura local, pues con la llegada del “auditor carnal” al OSFE, se soltaron los demonios de la corrupción, y hoy están desaparecidos Mil 361 millones 452 mil 082 pesos con 93 centavos.
Por los diputados de la 63 legislatura que tanto defendieron la llegada de este contador, hoy vemos las consecuencias de su pobre y nulo desempeño en ese organismo. Tan es así, que la presente legislatura, lo reprueba y le devuelva las cuentas públicas del 2018 porque la auditoría está muy mal hecha.
Al ocupar la titularidad del OSFE, Megchún, ignoró a todos sus sub auditores, y delegó toda la responsabilidad en el contador Heriberto Paredes de los Santos. Esta persona ostenta el cargo de Auditor especial de seguimiento e investigación a municipios. Pero sus facultades no están limitadas a los municipios, porque su poder abarca todas las áreas de este organismo. Él es quien decide qué municipios solventan y cuáles no.
A tres años y medio de la creación del OSFE no se tiene claridad sobre lo que se ha hecho allí. Puedo asegurar que al día de hoy, no han promovido un solo expediente de responsabilidad administrativa en el tribunal de justicia administrativa, y el responsable de esa omisión es el contador Heriberto Paredes.
Por otro lado, al auditor Guillermo Megchún, no se le ha visto en esas oficinas desde hace más de un mes. Sería muy sano que se informara el estado de su salud, y también, que dé una explicación de su ausencia al Congreso del Estado.
La 64 legislatura local le pide al OSFE que proceda penalmente contra todos los municipios o responsables de este desfalco, y al no hacerlo, permite pensar que el mismo auditor, Megchún, se dio la libertad de negociar con los presidentes municipales para que pasaran sin ningún problema el año 2018. Seguramente nunca se imaginó que la Comisión de vigilancia con la unidad técnica del congreso, le iba a pedir cuentas.
Por primera vez en la historia de Oaxaca, un Congreso local le hace la pregunta al auditor sobre ese dinero desaparecido, más de mil 361 millones.
Lo curioso de este asunto, es que muchos de estos presidentes municipales que nunca solventaron ese periodo, ahora van en busca de otro cargo de elección popular, tal vez, para hacerse inmunes.
Les dejo el informe de resultados de los 74 municipios auditados.
https://bio.cgmarketing.mx/horaciocorro/