La creciente demanda interna de bienes en Estados Unidos está acaparando las importaciones y ha eclipsado el repunte de las exportaciones, lo que dejó un déficit comercial abultado en marzo.
El déficit de comercio de bienes de Estados Unidos saltó a un récord máximo en marzo, lo que sugiere que la actividad fue un lastre para el crecimiento económico en el primer trimestre, aunque es poco probable que este factor opaque el robusto desempeño de la demanda interna tras los masivos gastos del gobierno.
El reporte del Departamento del Comercio también mostró que los inventarios de los minoristas cayeron con fuerza en marzo, lo que pone de relieve la sólida demanda doméstica.
“El aumento del déficit sugiere que el comercio será un lastre para el PIB del primer trimestre”, dijo Ryan Sweet, economista senior de Moody’s Analytics en West Chester, Pensilvania.
“Esto no será un gran problema, ya que otras partes de la economía todavía lo están haciendo bien, como la inversión empresarial en equipos y el gasto de los consumidores”, destacó.
La brecha de comercio de bienes se amplió 4% a 90,600 millones de dólares (mdd) el mes pasado, el mayor monto en la historia.
Las exportaciones se aceleraron 8.7% a 142,000 mdd, impulsadas por embarques de vehículos motorizados, alimentos, suministros industriales, y bienes de capital y de consumidores.
El salto de las exportaciones fue opacado por el avance de 6.8% en las importaciones, a 232,600 mdd. Las compras al exterior aumentaron de manera generalizada, con alzas significativas en suministros industriales, vehículos, alimentos y bienes de consumo personal.
Las importaciones de bienes de capital también se incrementaron de manera relevante.
El informe del Departamento de Comercio se publicó antes del dato preliminar que se divulgará el jueves sobre el desempeño del PIB del primer trimestre.
Se estima que la economía creció a una tasa anualizada del 6.1% en los primeros tres meses de 2021 tras expandirse un 4.3% en el cuarto trimestre del año pasado, según un sondeo de Reuters entre economistas.
Fuente: Expansión