Poco falta para que la emblemática postal de la iglesia de Santo Domingo de Guzmán, se convierta en un tianguis ambulante, ante la inoperancia, corrupción o falta de control por parte de la administración del edil municipal, Oswaldo García Jarquín.
Como es sabido, durante este trienio se incrementó en gran medida el número de ambulantes, tanto en el zócalo de la capital oaxaqueña, como en el andador turístico, pero no bastó con eso, ahora pretenden invadir la plazuela de Santo Domingo de Guzmán.
Al menos seis puestos nuevos se instalaron en este punto, invadiendo una rampa funcional para personas con discapacidad; mientras que otros seis puestos se instalaron en calles del zócalo capitalino.
El comercio informal ha superado al gobierno del estado y municipal, calles y banquetas invadidas afectando en gran medida al comercio establecido derivando en una competencia desleal.
Se sabe que el incremento de vendedores ambulantes en el centro histórico, se debe a que generan una “jugosa” fuente de ingresos para el municipio, pues a pesar de que existe un reglamento para este giro no se implementa como debería de ser.
Hoy en campañas políticas, ante el próximo proceso electoral, todos los candidatos pretenden dar solución a este problema, que sin duda, afecta al sector comercial formal y mercados, sin embargo, administraciones van y vienen, no hay una solución real y contundente.