Jazmín GÓMEZ
Madres de víctimas de feminicidio se organizan para ir a México a reclamar justicia por los asesinatos de sus hijas, ocurridos en diversas fechas y en los que hasta ahora no hay avances que demuestren que los casos no quedarán en la impunidad.
Zoila Bengochea Espitia, madre de Dafne Carreño Bengochea, afirmó que acudirán a México porque en Oaxaca “no pasa nada”, pero además está ganando la corrupción debido a que Enrique Rivera López, presunto feminicida, es sobrino de Aurora López Acevedo y Mariano Rosales, ex secretaria del transporte y dueño del Hotel Fiesta In.
Indicó que el gobernador Alejandro Murat, prometió con motivo de su Primera Audiencia, dar seguimiento al caso y mostrarles los avances en una semana, pero han pasado dos semanas y no se ve la voluntad, por ello colocarán un espectacular primero en Oaxaca y después en México exigiendo justicia y que no se permita más corrupción en este tipo de casos.
En la conferencia de prensa, Zoila Bengochea Espitia estuvo acompañada de Jorge Alberto Merlo Gómez, quien a través de la Fundación Jorge Merlo, ofrecerá apoyo legal y económico para darle seguimiento al caso de Dafne.
El abogado constitucionalista resaltó que la Defensoría de Derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca lo más que puede hacer es emitir recomendaciones, pero no tiene incidencia directa en torno a la actuación de los jueces, es por ello que la Fundación que él preside retomará el caso para exigir justicia.
“Vamos a ejercer presión para que el Gobierno del Estado y el Poder Judicial den seguimiento al caso y la Suprema Corte de Justicia de la Nación voltee los ojos a Oaxaca y en un momento dado con todas las facultades que tiene como corte nacional, y por la relevancia del asunto, pudiera incluso atraer el asunto”, externó.
Por último un exhorto al presidente magistrado del Tribunal Superior de Justicia, Raúl Bolaños Cacho, para que no se deje intimidar por personajes como Aurora López Acevedo y dicte sentencia condenatoria al presunto feminicida, que iría de los 40 a los 60 años de prisión, pues a cuatro años ni siquiera se ha cerrado el periodo probatorio.