PATRICIA BRISEÑO
El agente municipal de la bahía La Ventosa, Osiel López Jacinto, denunció que la descarga de las aguas residuales y negras en el mar procedentes de la refinería Antonio Dovalí Jaime de Pemex, en Salina Cruz, en la región del Istmo de Tehuantepec, Oaxaca, ha originado una grave afectación económica en la comunidad, porque la mayoría de sus habitantes se dedican a la pesca y a la extracción de mariscos.
Una centena de familias, entre padres e hijos, que se dedican a esta actividad, tienen varadas sus lanchas desde hace 20 o 25 días”, subrayó.
En entrevista telefónica comentó que los pescadores afectados ahora se han visto obligados a trabajar como peones de albañil en alguna obra en construcción, ayudantes en el comercio informal y en las tareas del campo.
El funcionario municipal mencionó que los daños por descargas es una denuncia constante ante las autoridades ambientales federales, administración municipal y gobierno del estado, pero “nadie escucha ni atiende la demanda de los mil 800 habitantes de la ensenada La Ventosa”.
Entre los daños colaterales dijo “está el rechazo popular por el pescado y marisco extraído de la bahía, pues trascendió la contaminación de este lugar, y existe temor al consumirlo”.
Dijo que la respuesta de la empresa es entregar 40 vales de gasolina a cada afectado, lo que no sirve, pues no pueden salir a pescar, además “esta no es una solución de fondo”.
A lo anterior se suma el periodo de veda decretada por la federación para extraer ostión, por lo que en los próximos tres meses “se avecina un largo periodo de estrechez económica”, asentó.
Según versiones del personal operativo y funcionarios del Ayuntamiento de Salina Cruz, las plantas tratadoras de aguas residuales (PTAR) y de aguas negras (PTAN) de la refinería fueron prácticamente abandonadas después del incendio en la casa de bombas –ubicada al interior del complejo–sucedido en junio del 2017.
Ambas plantas deberían eliminar el aceite e hidrocarburo de las aguas residuales de la misma refinería y remitir a la red de líneas contra incendios, la avería lleva a verter unos 13 mil metros cúbicos de agua contaminada al mar en la bahía La Ventosa.
Fuente: Excélsior