Mientras la ciudad de Oaxaca de Juárez, la otrora esplendorosa por sus edificios arquitectónicos, su cultura, gastronomía, que le valió el reconocimiento como Patrimonio Cultural de la Humanidad, hoy se cae a pedazos, al edil morenista Oswaldo García Jarquín y sus funcionarios municipales les vale un cacahuate, siguen autorizando permisos al comercio ambulante.
El Centro Histórico está convertido en un muladar, el zócalo prácticamente es una sucursal de la Central de Abasto con una enorme cantidad de vendedores informales que expenden productos piratas, artesanías de otros estados menos de Oaxaca y en donde reina el desorden, es una fachada del crimen organizado, pero lo más triste, es que a nadie le importa.
Las calles completamente destrozadas, porque todo el tiempo García Jarquín le echa la pelotita al Gobierno de Oaxaca de que no le liberó recursos para el bacheo, el año pasado solo invirtió $3 millones de pesos y ocupó material de pésima calidad; hay semáforos destruidos y una grave ola de inseguridad que va desde carteristas, robo de vehículos, motocicletas, hasta asaltos a casa habitación, ni la zona residencial de San Felipe del Agua se salva.
Tampoco tiene obras de alto impacto, ni siquiera mejores vialidades, por donde le busquen no hay nada que reconocerle y sí mucho que criticarle al peor presidente municipal en la historia de Oaxaca de Juárez, y del país, una joya que dejará sumida a la otrora verde Antequera en un basurero.
Todo este panorama es lo que Oswaldo García Jarquín dejará como herencia al recién electo presidente municipal por Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), Francisco Martínez Neri, quien de entrada ya está buscando los puentes en San Lázaro para que haya un presupuesto justo a la capital oaxaqueña que le permita transitar en su primer año de gobierno municipal atendiendo y resolviendo en la medida de lo posible todos estos problemas.
Simplemente ordenar el ambulantaje será una tarea titánica, porque encontraron su modus vivendi en el corazón de la capital oaxaqueña, el zócalo y ahí, si Neri realmente le quiere entrar tiene que haber una estrecha coordinación con el Gobierno de Oaxaca, solo será mega imposible que lo pueda resolver. Ese problema tiene muchas aristas.
La tiene muy complicada, porque no solo es el desorden que se muestra hacia afuera del gobierno municipal, sino también hacia el interior de la administración de García Jarquín, revisar con lupa cómo le va a dejar las finanzas, recordemos que del 2019 no había logrado comprobar $127 millones de pesos, según reporte de la Auditoria Superior de la Federación.
Tampoco había entregado la Cuenta Pública 2019 y 2020 al Órgano Superior de Fiscalización del Estado de Oaxaca (OSFEO) debido a que no le funciona la licencia de un sistema de nómina “patito” que compró.
Les compartimos la liga de la columna donde manejamos ese tema
https://www.primeralinea.mx/2021/04/06/oswaldo-garcia-sigue-sin-entregar-cuenta-publica-al-osfeo-por-sistema-de-nomina-integral-patito/
De ahí la importancia de que el edil electo Martínez Neri designe a una comisión de profesionales que sepan del tema contable y auditoria dentro de su equipo de transición que recibirá en diciembre, para que no lo sorprendan. El agujero está y ahí será la nueva administración la que resuelva, García Jarquín no hará nada, lo que quiere ya es tirar la toalla.
El panorama para la administración entrante se ve complicado, el ambulantaje creció en 300% y aunque Oswaldo García Jarquín culpa a ediles pasados, hay evidencias de que sus mismos funcionarios son quienes tras bambalinas han seguido operando el comercio informal, solo chequen la explanada de Santo Domingo y el Andador Turístico, la calle de Flores Magón, es una romería y eso no estaba.
De verdad que ojalá, Francisco Martínez Neri logre rescatar la capital oaxaqueña.
NO LE SALEN LAS CUENTAS A MORENA PARA ENJUICIAR A EXPRESIDENTES
Tamaño ridículo el que harán las y los morenistas con la pifia de consulta popular el próximo 1 de agosto para enjuiciar a ex presidentes de la República, Ernesto Zedillo, Carlos Salinas de Gortari, Felipe Calderón Hinojosa, Vicente Fox Quesada y Enrique Peña Nieto, porque para lograrlo se requieren 38 millones de votos para hacer vinculante o sea obligatorio.
¿De dónde lo van a sacar?, ¿ustedes creen que a las y los mexicanos les importa realmente ir a votar por ese show mediático?
Ni en el supuesto de que salieran a votar los 31 millones de mexicanos y mexicanas que le dieron el triunfo en 2018 al presidente Andrés Manuel López Obrador, lograrán reunir los votos que por ley se requieren para enjuiciarlos y si a ello le agregamos que Morena perdió 16 millones de votos en la elección del pasado 6 de junio, pues peor tantito.
En serio, no se da cuenta el presidente AMLO que es un escenario adverso y que lo único que va a lograr es que los expresidentes se sigan riendo de sus disparates.
La mayoría de las y los mexicanos lo toman como una farsa esto de la consulta, simple y sencillamente porque si hay pruebas fehacientes de corrupción pues que aplique la ley, AMLO no necesita la autorización de nadie para ejercer sus facultades y sancionarlos, así de fácil.
Además, es un insulto el gasto que van a ejercer de $500 millones de pesos en la aplicación de la consulta popular, cuando en el país hay 10 millones de pobres, lo mejor sería comprar las medicinas contra el cáncer para las y los niños que tanto lo necesitan, a quienes ha dejado a la deriva, eso es lo urgente en estos momentos, no tirar el dinero a la basura.
Lo peor, es que lo que pase con los expresidentes de la República a muy pocos les importa, por ello los llamados “siervos de la nación” ya se adelantaron a tocar puerta por puerta a partir de este 15 de julio para hacer su propia campaña, como lo hicieron en las elecciones pasadas.
Todo apunta a que será un fracaso, pero López Obrador es muy terco.
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