En política el político debe de distinguir entre como son las cosas y cómo deben ser. Entre como son los seres humanos y cómo deben ser. Considerar tal como son las cosas y los humanos se le llama realismo político o realpolitik.
Estudiar cómo son las relaciones políticas son motivo de las Ciencias Políticas, de cómo deberían ser estas relaciones, es campo de la filosofía moral. Maquiavelo fue el primero quien planteó el problema de estudiar a los hombres y de sus relaciones tal como son y no cómo deberían ser. Esto fue una revolución para el estudio de las relaciones políticas y de sus instituciones.
Según los dictados de la realpolitik, la seguridad y el interés propio son las únicas preocupaciones que un Estado debería de tener a la hora de determinar sus políticas hacia otros. Pues un Estado bien constituido puede lograr el bienestar de la sociedad.
El espíritu que guía el realpolitik es el pragmatismo. Los intereses nacionales y del pueblo se colocan por encima de toda ética.
La realpolitik ofrece una descripción y no una prescripción, estableciendo cómo son las cosas, no cómo deberían ser. Pero el partidario del realismo político, al menos de la vertiente clásica, normalmente creen que la lucha de poder y dominación tiene su origen en la naturaleza humana y, por tanto, no tiene sentido desear o sugerir que las cosas deberían funcionar de otro modo.
Es un consejo, a partir de la realpolitik, que los gobernantes sean temidos antes que amados. En política es preferible ser eficaz que ser bueno moralmente, para nuestro gusto esto es lo fundamental. Si soy eficaz para erradicar la pobreza, seguramente, me habré ganado el cielo sin ir a la iglesia.
Para comprender mejor esta estrategia, vale citar a Pericles sobre el tema: “Estamos constreñidos por tres de los motivos más poderosos: el honor, el miedo y el interés propio. No somos los primeros por actuar de esta forma; el débil siempre ha tenido que arrodillarse ante el fuerte. Sentimos que merecemos el poder que tenemos, al igual que ustedes, espartanos, hasta que pensar en su interés propio los hizo hablar de lo correcto y lo incorrecto. El hablar de justicia nunca ha disuadido a nadie de tomar a la fuerza lo que ha podido”.
Los críticos al realpolitik abusan de cierta simplicidad de ver las cosas. La nueva realidad internacional ya no se puede centrar sólo en el Estado, la fuerza de la globalización se impone, desde luego, los realistas pueden responder diciendo, precisamente hay que tomar las cosas tal como son y no como deben ser.
Podemos decir que ideales y realidad deben ser tomados en cuenta a la hora del ejercicio de la política.