El presidente de Afganistán, Ashraf Ghani, se comprometió este sábado a removilizar a las fuerzas armadas, mientras los talibanes continúan acercándose a la capital, Kabul, donde los habitantes no ocultan su angustia por el futuro.
“La removilización de nuestras fuerzas de seguridad y defensa es nuestra prioridad número uno y se han tomado serias medidas al respecto”, declaró Ghani en un discurso televisado a la nación.
El dirigente no aludió a una posible dimisión, reclamada por algunos sectores, pero precisó que había iniciado “consultas” dentro del gobierno, con líderes políticos y socios internacionales para encontrar “una solución política que aporte paz y estabilidad al pueblo afgano”.
La situación militar es crítica para el gobierno. En poco más de una semana, los talibanes tomaron el control de casi todo el norte, oeste y sur de Afganistán y llegaron a las puertas de Kabul.
Los insurgentes están a solo 50 km de la capital y no dan señales de frenar la ofensiva. El sábado, tomaron la provincia de Kunar, en el este del país, y pronto podrían acercarse a la capital por el norte, el sur y el este.
También se produjeron violentos combates en los alrededores de Mazar-i-Sharif, capital de la provincia de Balkh, donde el ejército afgano embistió nuevos ataques aéreos. Se trata de la única ciudad importante del norte del país que los talibanes aún no han capturado.
Además de Kabul y Mazar-i-Sharif, Jalalabad (este), Gardez y Khost (sureste) figuran entre las metrópolis importantes que continúan bajo control del gobierno.
Para los pobladores de la capital y decenas de miles que buscaron refugio en la ciudad, el ambiente era de confusión y temor por lo que vendrá.
“Lloro día y noche cuando veo a los talibanes obligando a las jóvenes a casarse con sus combatientes”, cuenta a la AFP Muzhda, de 35 años, una mujer soltera que llegó a Kabul con sus dos hermanas tras dejar la provincia de Parwan (norte).
“He renunciado a varias propuestas de matrimonio en el pasado. Si ahora los talibanes vienen y me obligan a casarme, me suicidaré”, asevera Muzhda.