En 2020, 6 mil 383 hombres cometieron suicidio en México contra mil 427 mujeres; sin embargo, son ellas quienes más piensan en suicidarse que ellos
En 2020, más de 7 mil personas se suicidaron en México, lo que representó 0.7 por ciento de las muertes totales en el año.
Con motivo del Día Mundial para la Prevención del Suicidio el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) reveló que el año pasado se cometieron en el país 7 mil 818 suicidios, contra 7 mil 223 en 2019.
Por sexo, 6 mil 383 hombres cometieron suicidio contra mil 427 mujeres; sin embargo, son ellas (6 por ciento) quienes más piensan en suicidarse que ellos (4 por ciento).
El grupo etario de 18 a 29 años tiene la tasa de suicidio más alta, 10.7 muertes por cada 100 mil personas; seguido del grupo de 30 a 59 años con 7.4 decesos por cada 100 mil.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que cada año 703 mil personas se quitan la vida en el mundo, aunque los intentos representan una cifra mucho mayor.
Muchos de los casos ocurren de manera compulsiva ante la incapacidad de la persona de afrontar situaciones de crisis como problemas económicos, ruptura de relaciones, dolores o enfermedades crónicas.
Las tasas de suicidio también son elevadas en grupos vulnerables y discriminados como los refugiados y migrantes; pueblos indígenas; integrantes de la comunidad LGBTTTIQ+, y las personas privadas de la libertad.
Con la intención de prevenir los suicidios la OMS elaboró la guía Live Life (Vive la Vida), en la que se emiten las siguientes recomendaciones:
- Restringir el acceso a los medios utilizados para suicidarse (por ejemplo, los plaguicidas, las armas de fuego y ciertos medicamentos);
- Educar a los medios de comunicación para que informen con responsabilidad sobre el suicidio;
- desarrollar en los adolescentes aptitudes socioemocionales para la vida;
- Detectar a tiempo, evaluar y tratar a las personas que muestren conductas suicidas y hacerles un seguimiento.
La Organización Panamericana de la Salud (OPS), por su parte, advierte que la pandemia por COVID-19 ha intensificado los factores de riesgo asociados a las conductas suicidas.
Entre las principales causas se encuentran la pérdida de empleo, la muerte de un ser querido, los traumas o abusos, trastornos mentales y las barreras para acceder a la atención de la salud.
Un año después del inicio de la pandemia, alrededor de 50 por ciento de las personas que participaron en una encuesta del Foro Económico Mundial en Chile, Brasil, Perú y Canadá declararon que su salud mental había empeorado.
El suicidio es un problema de salud pública urgente y su prevención debe ser una prioridad nacional”, asegura Renato Oliveira e Souza, jefe de la Unidad de Salud Mental de la OPS.
Fuente: López-Dóriga Digital