Con la “bendición papal”, dados cargados a su aspiración, si hoy fueran las elecciones en Oaxaca, sin duda el candidato por el Partido Revolucionario Institucional sería Francisco Ángel Villarreal, quien alista campaña con todo el respaldo oficial e incluso han girado instrucciones desde el más alto nivel para que lo apoyen.
Lo que son las cosas.
Hay candidato priista, así parece, pero no hay partido, el tricolor está hecho trizas, sin rumbo, agonizante, moribundo, con un gobernante que aun cuando es del mismo partido, no los respalda, ni los pela y un dirigente como Eviel Pérez Magaña al que dejaron solo, queriendo tirar la toalla, sin recursos y con una deuda a proveedores que rebasa el millón de pesos.
Pero ¿cuál es el plan de Villarreal para fortalecer su aspiración a la gubernatura?
De entrada, viene el cambio en el Comité Directivo Estatal del tricolor, donde se estima llegaría el todavía director de Caminos y Aeropistas de Oaxaca (CAO), David Mayrén Carrasco, gente cercana al poder que tendría a su cargo la reingeniería política electoral del tricolor y matizarle el camino al aspirante oficial.
Mayrén ha sido altamente cuestionado por presuntos desvíos de recursos, por el mal estado en que se encuentra la red carretera, hace apenas unas semanas fue severamente criticado por la destrucción de la recién inaugurada carretera Unión Hidalgo-Juchitán, y la de Copalita-Pluma Hidalgo-Huatulco, donde las lluvias se llevaron tramos carreteros, los cuales aún siguen sin rehabilitarse.
Como dijera un buen amigo, por lo menos que lo tape con chapopote.
Claro, a Mayrén, de llegar a la dirigencia del PRI, sí le darían recursos para poder “revivir” esos liderazgos locales que quedaron olvidados en las regiones, los pocos que aún subsisten, van a intentar “sanar heridas”, “darles la sobadita”, al igual que a quienes se sintieron olvidados por la administración de Alejandro Murat Hinojosa, quien prefirió gobernar con los “yupis” esa clase rarita “importada” del Estado de México que hoy ha amasado una cuantiosa fortuna gracias a Oaxaca.
Y lo que son los tiempos actuales, los vientos soplan a favor de Villarreal porque quienes aspiraban a competir por la candidatura a la gubernatura de Oaxaca, hoy ya no quieren, ya no es su objetivo prioritario como Alejandro Avilés Álvarez, el mismo Eviel Pérez Magaña, quienes han externado en su círculo más cercano que no la van a buscar, saben perfectamente que irían a una muerte política segura, la marca hoy en la entidad es Morena.
El triple AAA tendría nuevamente la coordinación de la bancada del PRI en la naciente 65 Legislatura local, ese sería su pago y a Eviel le van a buscar una salida digna, pero además a su hija Gaby Pérez la hicieron diputada plurinominal en el lugar 3, entonces sería complicado que la jugara en contra.
Hasta el senador Raúl Bolaños Cacho ya se le acercó, por si las dudas no cuajan la alianza con Morena, también respaldaría a la otra carta oficial priista.
Pero ¿cómo competir contra la marca Morena?
Hay dos factores a los que el plan Villarreal-Murat le va a apostar en Oaxaca. Van a aprovechar la “buena” relación que en estos cinco años han mantenido con la dirigencia de la Sección 22, que si ustedes analizan no han protestado para nada, les han dado todo, más de $1500 millones de pesos les han bajado de incidencias en esta administración gubernamental.
Los tienen controlados, ni el ala radical ha brincado, señal de que al menos con la Sección 22 las “negociaciones” les ha funcionado hasta el momento.
Paco Villarreal es quien ha estado al frente en todas las “negociaciones”, por algo lo pusieron ahí, no le ha brincado la liebre, sus cercanos dicen que es un político completo, que sabe conciliar, niegan rotundamente que Jorge Franco “El Chuky” sea su asesor de cabecera, si así fuera, dicen, la liga ya se habría reventado con los otrora combativos de la Sección 22.
El otro factor al que le apuestan es la fractura interna que pudiera darse en el Movimiento de Regeneración Nacional, una vez que el presidente Andrés Manuel López Obrador decida quien será la o el candidato a la gubernatura en la entidad oaxaqueña, su estado consentido y ya dan como un hecho de que el senador Salomón Jara Cruz estaría fuera de la jugada, después de su problema de salud.
No es fortuito que en la reciente visita a Oaxaca para arropar a la senadora Susana Harp Iturribarría, en su tercer informe legislativo, el coordinador de la Junta de Coordinación Política en el Senado de la República, Ricardo Monreal Ávila y el líder nacional de Morena, Mario Delgado Carrillo enviaran un mensaje a las y los morenistas, así como a los aspirantes, para privilegiar la unidad interna, no a la división entre los grupos.
Porque saben que, si en la encuesta sale ganadora Susana Harp, su compañero de bancada el senador Salomón Jara Cruz podría romper con Morena e irse con el Partido del Trabajo, también ha hecho amarres con el de la Revolución Democrática, con el mismo PUP, o bien la estructura que tiene la puede utilizar para apoyar a otro candidato distinto a su partido.
Salomón Jara escribió en sus redes sociales ayer que cuando los medios le preguntaron si le gustaría gobernar Oaxaca, les respondió que sí, y ante el rumor de que ya se había determinado el género, aclaró que era infundado; “lo cierto es que no quiero adelantar ninguna víspera, ahorita todos estamos concentrados en hacer lo que nos corresponde, yo como senador seguiré trabajando y recorriendo el estado”, despejó.
Todo puede suceder. En política no hay reglas escritas.
Son escenarios que el plan Villarreal-Murat analizan y aunque saben que la marca Morena en Oaxaca es muy fuerte, pero además las y los morenos están muy confiados, saben que mientras esté AMLO en la presidencia, no habrá mayores sobresaltos, los priistas tienen una llamita encendida, junto con el Partido Acción Nacional, Nueva Alianza y demás partidos que puedan sumárseles, la van a pelear en serio.
Importante será que dada la forma en que ya se están reacomodando los escenarios, el suspirante oficial Paco Villarreal renuncie al Instituto Estatal de Educación Pública de Oaxaca (IEEPO), para que no haya señalamientos de desvío de recursos públicos a su precampaña, por ese simple hecho, se caen las candidaturas. Es mejor hacer las cosas bien.
Así las cosas, en los escenarios sucesorios para las y los priistas en Oaxaca. Todo parece indicar que cocinan candidatura de Paco Villarreal, sería el “caballo negro”, pero sin un partido fuerte y vigoroso que lo respalde.
Ahí es donde “la puerca torció el rabo”.
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