El gobierno federal ha otorgado estímulos fiscales a la gasolina por 53 mil 882 millones de pesos durante enero-septiembre de este año para contener el precio de los combustibles al público, reveló la Secretaría de Hacienda.
En su reporte de ingresos del gobierno federal, la dependencia señaló que dicho monto fue 15 veces lo erogado durante el mismo periodo de 2020, que fue de 3 mil 446 millones de pesos.
El estímulo supera, en sólo nueve meses, el presupuesto anual de rubros de gasto insignia del gobierno federal como los apoyos de Jóvenes Construyendo el Futuro (20.6 mil mdp), Sembrando Vida (28.6 mil mdp), la becas Benito Juárez para Educación Básica (31 mil mdp) y Media Superior (33 mil mdp), e incluso, el gasto del Tren Maya (36.9 mil mdp).
El mayor monto de la pérdida recaudatoria se ha concentrado en el estímulo a las importaciones de combustibles, que han costado 38 mil 538 millones de pesos, es decir el 71.5% del total de estímulos.
Por su parte, los estímulos por la vía de la cuota del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios que pagan los consumidores han costado 15 mil 345 millones de pesos, el restante 28.5% del total.
El impacto de estos estímulos se ha observado desde mayo, pues según datos del Inegi, los precios de las gasolinas Magna y Premium desaceleraron drásticamente, desde tasas que oscilaban entre 5 y 6% mensual entre enero y abril, a tasas que van del 0.2% al 0.7% de mayo a septiembre, incluso habiendo meses con reducción mensual de precios.
Los datos de Hacienda muestran que, en el promedio de enero-septiembre, el gobierno otorgó un estímulo de 36% sobre la cuota autorizada a cobrar por el litro vendido de gasolina Magna y 11.8% por la cuota de la gasolina Premium.
EL ESQUEMA
Los estímulos al IEPS se crearon a inicios de 2017, momento en que ya se tenían algunos meses de operación el esquema la liberación de los precios de la gasolina a finales de 2016, y al cual se le ha dado continuidad en la presente administración. Las autoridades, en su momento, aclararon que su objetivo no fue impedir el alza en el precio de los combustibles, sino que éste se diera de forma ordenada y no abrupta.
El mecanismo funciona de la siguiente forma: cuando los precios internacionales del petróleo suben, situación que afecta los precios internos de la gasolina, el gobierno activa el mecanismo, de tal manera que reduce el cobro de la cuota del IEPS de gasolinas. De esta manera, el estímulo se traduce en un menor cobro de impuestos, por lo que se reduce la carga fiscal del precio de la gasolina.
De manera contraria, cuando el precio internacional del petróleo baja, situación que reduce presión a los precios internos, el gobierno activa el mecanismo de forma inversa: ahora tiende a subir la cuota del IEPS a gasolinas con el fin de aprovechar la ventana de oportunidad que brindan los menores precios internos, por lo que reduce los estímulos cobrando más impuestos.