Una mujer que fue asesinada con arma de fuego frente a los ojos de su hijo y otra que fue degollada para simular un suicidio son las historias de dolor más recientes y que forman parte de un recuento de violencia feminicida que en Oaxaca no puede detenerse.
De acuerdo con el seguimiento de violencia feminicida que elaboramos en el Grupo de estudios sobre la mujer Rosario Castellanos, a través de nuestro Centro de Documentación, a este martes 9 de noviembre suman 78 mujeres asesinadas de manera violenta en este año.
Se trata en su mayoría (26 por ciento) de 20 mujeres de 30 a 44 años que principalmente dejan a hijas o hijos en la orfandad, aunque la cifra es inexacta porque carecemos de una instancia oficial que se encargue de dar seguimiento y mucho menos de proporcionarles ayuda económica para tratar de compensar y atender lo que detona la ausencia de una jefa de familia.
En el GESMujer tampoco ha sido posible acercarnos a una cifra de huerfanos y huerfanas de la violencia feminicida porque nos basamos en las notas periodísticas y dependemos de los datos que ahí se asientan.
Por ello, hacemos nuevamente un llamado a las autoridades encargadas de prevenir nuevos feminicidios, pero también a las que están encargadas de investigarlos y sancionarlos, a que dejemos de mirar el problema como una guerra de cifras y tratemos de atender toda la estela de dolor que la ausencia de cada una de las 78 niñas, adolescentes y mujeres asesinadas en este 2021 dejan en su familia, pero también el impacto que ello tiene en la sociedad.
Mientras de manera oficial el tema se siga tratando como un hecho aislado, con temor a reconocer el alto número de feminicidios y tratando de justificar que son menos, las mujeres seguirán siendo asesinadas porque el único mensaje claro que existe es que su vida no importa.
La impunidad es un grave problema, pues a todas las violencias que sufren las niñas y las mujeres, se suma una violencia institucional que por acciones o por omisiones, es responsable de que la violencia feminicida se mantenga en nuestro estado.