Ante la fetidez con olor a corrupción que despiden los Servicios de Salud de Oaxaca, donde los daños son incalculables, el gobierno de Andrés Manuel López Obrador habría decidido no otorgar los recursos por $1000 millones de pesos solicitado por el gobernador Alejandro Murat Hinojosa para pago de bonos a 16 mil empleados de base en salud.
Al no ser un asunto de vital importancia en beneficio de la población, más bien son bonos extras como productividad, puntualidad, canasta básica, entre otros, con los que siempre habían sido beneficiados los trabajadores sindicalizados, al igual que Chiapas, a Oaxaca tampoco le darán esa lana puesto que durante casi dos años de la pandemia estos empleados no laboraron.
Y aunque el gobernador Alejandro Murat Hinojosa tiene la firme intención de que en este su último año de administración, puedan iniciar con el proceso de la federalización de la salud, lo cierto es que aún se ve lejano, y el tema está atorado porque el Instituto de Salud para el Bienestar (INSABI) no podrá hacerse cargo en las condiciones en que se encuentran los SSO, es mega imposible.
De plano no le quieren entrar, si antes no limpian salud.
Eso lo sabe perfectamente Murat Hinojosa y la Sección 35 que dirige Mario Félix Pacheco, salvo a los integrantes de la Sección 22 de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), a quien les han respetado todos sus beneficios sindicales, con ninguna otra gremial lo va a hacer es la línea de AMLO, sino chequen como quiere desaparecer al Sindicato Petrolero.
El argumento es que no hay dinero para líderes corruptos.
Y en parte tiene mucha razón, los sindicatos no han tenido llenadera, pero ojalá ese dinero el cual ya no será destinado a logros sindicales lo etiquetaran para la compra de medicamentos, para mejorar los servicios en salud, mayores y mejores hospitales y no se desvíe a sus obras sexenales como el Tren Maya, Tren Interoceánico, Refinería Dos Bocas y Aeropuerto de Santa Lucía.
Así que en diciembre al no haber el pago de esos bonos que alcanzan los $800 millones de pesos, y lo más probable es que se den más despidos de trabajadores, en la recta final de su gobierno, Murat se ve obligado a “limpiar” salud, no hay forma de seguir sosteniendo ese lastre de corrupción, ni el propio Instituto Mexicano del Seguro Social le va a poder entrar, no podría rescatarlo.
Y miren que después de la entrega pasada de esta columna donde pusimos ante la opinión pública la denuncia contra seis exservidores públicos de los SSO ante la Fiscalía General de la República, por cierto un asunto donde los imputados deberán aclarar o solventar si así fuera el caso ante las autoridades, nos enviaron una denuncia más sobre la supuesta autorización de plazas, aquí se las compartimos:
“En un acto de presunta corrupción, la jefa estatal de enfermería, Virginia Sánchez Ríos, está entregando bases de jefaturas de enfermería en unidades hospitalarias a sus incondicionales, sin contar con la antigüedad ni el perfil ni la preparación y sin estar realizando la función correspondiente, desplazando a quienes tienen actualmente esa responsabilidad y cuentan con el perfil, dichos movimientos los realiza amparándose en la supuesta protección del gobernador, Alejandro Murat Hinojosa que ella misma vocifera que tiene”.
“Algunas de las bases que ha otorgado son a las siguientes personas: María Isabel Ríos Ruiz, Maribel Vásquez López, Gabriela Esther Orobio Santiago y Juan Román Vázquez Castellanos”.
“Recientemente la jefa de enfermería estatal de los Servicios de Salud de Oaxaca fue designada también, a propuesta del gobernador, como consejera de la Comisión Estatal de Arbitraje Médico sin cumplir con el requisito requerido”.
Hasta ahí la misiva recibida en este espacio. ¿Será posible que las y los líderes sindicales no hayan entendido el colapso en que metieron a los SSO?, ¿van a seguir en esa misma dinámica de corrupción?
Al igual que a los funcionarios públicos, es también importante que las autoridades investiguen a los dirigentes sindicales de salud, se debe sentar ya un precedente, no es posible que sigan permitiendo este tipo de cosas, caray.
Por lo pronto, adiós bonos y tampoco habría contratación de los eventuales, ninguna institución federal de salud le quiere entrar, saben a lo que se van a enfrentar.
Complicadísimo panorama financiero para el gobernador Murat, hoy en la antesala de la culminación de su mandato.
REVÉS DEL TEEO A ALEJANDRO AVILÉS, VAN LAS BANCADAS DE DOS
Con la determinación del Tribunal Electoral del Estado de Oaxaca (TEEO) que echó abajo las reformas que hicieran en la 64 Legislatura del Estado a propuesta del priista Alejandro Avilés Álvarez para que las bancadas se integraran por tres parlamentarios, ahora regresan como estaban anteriormente, serán de dos, porque no se puede atentar contra los derechos de las minorías.
Con esta decisión la 65 Legislatura tendrá bancadas como la del Partido Acción Nacional, Verde Ecologista de México y Partido del Trabajo. Por supuesto Morena, PRI y PRD. Nueva Alianza y Unidad Popular si logran acuerdos también podrían unirse y formar otra, o bien integrarse a alguna de las que ya alcanzaron.
El que brinca de gusto es Samy Gurrión, que se fue del PRI para integrarse con el Verde Ecologista, nada tonto, sabedor que este partido lograría espacios en el nuevo gabinete con el Movimiento de Regeneración Nacional, que se perfila ganador en Oaxaca, el próximo año van en coalición a la gubernatura, aunque lo tildan de “traidor”, ha sido habilidoso, se ha sabido colar para coraje de los priistas.
Para muchos priistas la decisión del diputado Samuel Gurrión Matías es una alta traición al Partido Revolucionario Institucional (PRI), y el rompimiento se vino cuando el gobernador Alejandro Murat Hinojosa el pasado viernes tuvo que decirle, en reunión con la bancada del tricolor, que el coordinador era Alejandro Avilés Álvarez.
Ahí fue donde el juchiteco tomó la decisión de irse al Verde con quien ya traía cabildeo.
La bancada del PRI en la 65 Legislatura del Estado de Oaxaca se quedó sin dos diputados, Gustavo Díaz Sánchez que está vinculado a proceso en Veracruz y Samuel Gurrión que decidió irse al saber que con Avilés Álvarez “no reparte ni comparte”, es “obediencia a ciegas”, pero ese atrevimiento no sabemos que costos políticos le traerá al juchiteco que hoy por segunda ocasión deja al tricolor.
Comentan en los corrillos del Congreso del Estado que la diputada Liz Concha también está bastante molesta porque como ya se ha dicho en otras ocasiones, ella ganó por mayoría, sin embargo, la mesa directiva se la dieron a Mariana Benítez Tiburcio, no se sabe bajo qué méritos.
Se sabe que del Verde le están coqueteando a Liz Concha para que se integre a esa bancada, de ser así, van a terminar desmantelando a la bancada del PRI, porque se ve complicado que recuperen la curul que dejó El Gato, se van a elecciones extraordinarias en ese distrito y ahí puede ganar Morena.
Me dicen que hoy en sesión del Congreso del Estado, Samy Gurrión ya estrenará su corbata verde y a partir de la próxima semana empieza a recorrer el estado porque buscará ser el nuevo dirigente estatal del PVEM, con la anuencia del diputado federal Pepe Estefan y del propio senador Raúl Bolaños Cacho Cué.
El gobernador Alejandro Murat, aunque no le dio su anuencia, tampoco podía impedírselo, porque sabe que le van a ayudar, necesita el voto del Verde para las decisiones que vienen, nada menos que la revisión del presupuesto y sus cuentas públicas, así que esos dos sufragios le serán de gran utilidad.
CORREO: nivoni66@gmail.com
TWITTER: @Gelosnivon
FACEBOOK: María Nivón Molano
FAN PAGE: Primera Línea MX