Decreto del presidente López Obrador publicado el último día del año
Decisión autoritaria, pérdida de autonomía y desmantelamiento de instituciones: entre las opiniones para SemMéxico
Guadalupe López García
SemMéxico, Ciudad de México, 3 de enero de 2022.- Activistas feministas y especialistas en materia de derechos humanos de las mujeres reprobaron la desaparición del Instituto Nacional de Desarrollo Social (Indesol) y su transformación en una dirección general, con el decreto del presidente Andrés Manuel López Obrador por el que se reforman, adicionan y derogan diversas disposiciones del Reglamento Interior de la Secretaría de Bienestar, publicado en el Diario Oficial de la Federación (DOF) este 31 de diciembre de 2021.
La desaparición del Indesol se da en el marco de la política del gobierno federal de no reconocer el trabajo de las organizaciones de la sociedad civil (OSC). Su generalización de que hay corrupción en todos lados: las universidades, los grupos de científicas y científicos, las organizaciones sociales, los organismos autónomos, es el pretexto para desmantelar a los grupos que le generan ruido a López Obrador, señaló Lourdes García Acevedo, integrante de la coordinación del Frente Feminista Nacional (FFN).
Para la maestra en Sociología y especialista en Estudios de la Mujer, esa decisión es un rasgo claro de autoritarismo, pensamiento y actuación antidemocrática. No hay escucha ni negociación posible, recalcó para SemMéxico.
Nahela Becerril, directora de Espiral, AC, apuntó que esta medida tiene dos aristas muy graves: una, la subordinación de instituciones con autonomía de trabajo, so pretexto de “ahorrar recursos”; otra, es un golpe directo a las organizaciones civiles que realizan trabajo directo con poblaciones del campo y la cuidad, acompañamiento a mujeres, defensoras/es del medio ambiente, entre muchos otros temas y acciones que el gobierno no realiza, y que desaparecerán por falta de recursos.
Agregó que este desmantelamiento de las instituciones fortalece las políticas de dependencia de grupos de población a los apoyos en «efectivo» y también el clientelismo extremo.
Martha Teresa González Rentería, coordinadora del Centro de Atención a la Mujer Trabajadora de Chihuahua, AC, indicó que el Indesol era el gran aliado de las organizaciones, en coinversión. “A través de las convocatorias, incidíamos en diversos temas, frente a una realidad desamparada, y que, por más intentos, el gobierno no ha podido ni puede ni podrá transformar”.
Sara Román, integrante del FFN, comentó que esa medida es la muerte de una crónica anunciada; es decir, el Indesol fallece, cuando en lugar de restructurarse para el otorgamiento de apoyos a coinversión, para que realmente llegaran a las OSC, resulta que se le prohíbe otorgar recursos. Para eso fue creado.
Cynthia Casarrubias, de Familias, Mujeres y Derechos Humamos, IAP, organización de Querétaro, señaló que la desaparición, o madruguete, del Indesol desprecia la construcción de un estado democrático, progresista y con perspectiva de género.
En 1992, durante la gestión del presidente Carlos Salinas de Gortari, se creó el Instituto Nacional de Solidaridad, utilizando la palabra insigne de su gobierno: solidaridad. Después, su nombre cambió a Instituto Nacional de Desarrollo Social, como organismos desconcentrado de la Secretaría de Desarrollo Social, dependencia convertida en este sexenio en Secretaría de Bienestar; esta última, palabra simbólica del gobierno de López Obrador.
A 29 años, el organismo desconcentrado desaparece y se crea la Dirección General para el Bienestar y la Cohesión Social. Aunque conserva varias de las atribuciones del desaparecido Indesol, la terminología cambió. Por ejemplo, el concepto “perspectiva de género” se eliminó y se incluyó el de “perspectiva de cultura de la paz y cohesión social”.
De acuerdo con su página web, que aún está abierta, el Indesol tenía como visión “Ser la instancia que promueva y fomente el desarrollo de los actores sociales, la participación ciudadana y la organización de la sociedad civil y su vinculación con las dependencias gubernamentales, con el fin de lograr un México en paz e incluyente, en el marco de la gobernabilidad democrática, desde una perspectiva de desarrollo integral, pleno respeto a los derechos humanos e igualdad de género”.
Su misión era la de “Fomentar la participación ciudadana y la organización social y comunitaria a través de la capacitación, el intercambio de experiencias y la articulación a nivel regional y temático entre los diversos actores sociales con el apoyo de recursos físicos, materiales, financieros y humanos para generar sinergias que propicien mayores vínculos y lazos sociales a fin de avanzar en proyectos que incidan en el desarrollo social y productivo a través de la interacción entre la sociedad civil organizada y las instancias gubernamentales para consolidar la cohesión social”.
En el artículo 28 bis del Reglamento de la Secretaría de Bienestar indica que la nueva dirección tiene como atribución, entre otras, “Promover, impulsar y coordinar acciones de capacitación, formación, asesoría, investigación e información, dirigidas a la vinculación y fortalecimiento de las capacidades institucionales de los gobiernos de las entidades federativas, municipios o demarcaciones territoriales de la Ciudad de México, así como de las organizaciones de la sociedad civil vinculadas a tareas de desarrollo social y disminución de la pobreza”.
Asimismo, “Fomentar la participación de grupos sociales vinculados a los programas y tareas de desarrollo social y de bienestar común, así como apoyar y consolidar su capacidad de gestión y respuesta, a través del diseño de acciones y estrategias de coordinación entre los tres órdenes de gobierno, especialmente en las regiones, zonas, municipios y comunidades del país con mayores rezagos y menor crecimiento, que requieran atención inmediata o prioritaria”.
De igual forma: “Apoyar la intervención de las organizaciones de la sociedad civil en las tareas de desarrollo social y bienestar común, mediante la aplicación de fondos institucionales y la promoción y realización de acciones de gestión, capacitación y asesoría para el desarrollo de sus proyectos, así como fomentar su participación en el diseño, ejecución y evaluación de la política social, y su fortalecimiento organizativo e institucional”.
La dirección tendrá la misma atribución como la tenía como Indesol, de “Fungir como Secretaría Técnica de la Comisión de Fomento a las Actividades de las Organizaciones de la Sociedad Civil”.
En redes sociales, la exdiputada federal Martha Tagle, señalo en su cuenta de Tuiter que la desaparición del Indesol es la última estocada a las organizaciones sociales. Ha sido, dijo, la institución que por casi tres décadas estaba encargada de fortalecer y fomentar las acciones de la sociedad civil, así como coordinar la relación del Gobierno de México con estas.
A su vez, la Red Nacional de Refugios, AC, en su cuenta de Facebook, consideró que el decreto por el que desaparece el Indesol es un grave retroceso en los derechos humanos y la democracia. Los sustentos dados para su permanencia no importaron, ignorando nuevamente poner en el centro los derechos, agregó.