Reuters.- Más de 6,000 trabajadores de General Motors en Silao, Guanajuato, elegirán un nuevo sindicato esta semana, ya que un grupo emergente apoyado por activistas internacionales pretende vencer a una de las mayores organizaciones sindicales del país que mantuvo el contrato durante 25 años.
La votación es una de las primeras en el marco de una reforma laboral que sustenta un remozado acuerdo comercial con Canadá y Estados Unidos, y pretende ayudar a mejorar los salarios rompiendo el control de los sindicatos que, según los críticos, firmaron acuerdos con las empresas a espaldas de los trabajadores.
La votación de GM, el martes y el miércoles en la planta de camionetas en la ciudad central Silao, se produce después de que los trabajadores disolvieran en agosto su contrato con la Confederación de Trabajadores Mexicanos (CTM).
Funcionarios estadounidenses que vigilaron esa votación de agosto amenazaron con imponer aranceles a las exportaciones de GM en el marco del acuerdo comercial entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) si el armador no protegía los derechos de los trabajadores.
El voto de los casi 6,300 trabajadores de Silao podría marcar la pauta para las otras plantas mexicanas de GM y para toda la industria automotriz de México, dominada en gran medida por sindicatos que, según los expertos, tienen la reputación de proteger los intereses empresariales y deprimir los salarios.
GM dijo que era “consciente de la importancia de este ejercicio para nuestros trabajadores” y que trabajará con el grupo ganador.
Muchos trabajadores quieren expulsar a la CTM, que ha mantenido el contrato de Silao desde la apertura de la planta en 1995 y está alineada con el Partido Revolucionario Institucional (PRI) que gobernó México durante siete décadas hasta 2000.
El sindicato de la CTM expulsado el año pasado ha dado paso a una facción separada de la CTM que pide a los trabajadores que sean abiertos.
“Satanizan a la CTM porque el anterior sindicato no hizo las cosas como debió haberlo hecho”, dijo David Limón, miembro de la CTM.
El sindicato independiente rival, SINTTIA, que muchos quieren que sustituya a la CTM, surgió de un movimiento que instó a los trabajadores a rechazar su contrato el año pasado, consiguiendo un gran número de seguidores que ha impulsado sus posibilidades de ganar. También compiten otros dos sindicatos.
La reforma laboral de México exige que las votaciones de ratificación de los contratos tengan lugar antes de mayo de 2023 y abre la puerta a nuevos sindicatos.
Pero de las más de 3,000 votaciones realizadas hasta ahora, los trabajadores sólo han rechazado 25 contratos, lo que subraya la dificultad de cambiar un sistema arraigado, según expertos.
El Centro de Solidaridad, con sede en Washington y aliado de la Federación Estadounidense del Trabajo y Congreso de Organizaciones Industriales AFL-CIO, y el sindicato canadiense Unifor apoyan a SINTTIA, que ha visitado los barrios de los trabajadores, ha pegado folletos en los postes telefónicos y ha difundido mensajes de texto.
“CTM sólo vela por sus propios intereses personales”, dijo SINTTIA a sus partidarios vía WhatsApp.
BATALLA SINDICAL
Ese argumento resuena en el empleado Germán, de 49 años, que quiere que su pensión de jubilación dentro de una década refleje lo que serán 36 años de servicio en GM.
“Si volvemos con la CTM, todo va a ser lo mismo. De nada va a servir todo el trabajo”, dijo el hombre, quien, como otros empleados, pidió no ser identificado por temor a represalias.
Muchos de los trabajadores que apoyaron el anterior contrato de la CTM formaron La Coalición, que según los críticos tiene vínculos con la CTM. La semana pasada, decenas de simpatizantes se reunieron frente a la planta, coreando “¡Fuera, SINTTIA!”.
La CTM y un último competidor, el sindicato de Carrillo Puerto, también han criticado a SINTTIA, mientras circulan rumores de que los trabajadores podrían perder sus puestos de trabajo si apoyan al grupo rival, una táctica muy utilizada en México para desalentar la organización.
Cada grupo promete presionar para conseguir aumentos en un país en el que los salarios se han estancado durante años y en el que la inflación se está cebando.
“Estamos muy apretados (…) no nos alcanza el sueldo”, dijo Juan Ramón Gasca, de 33 años.
Sigue la información sobre los negocios y la actualidad en Forbes México
Los trabajadores de la industria manufacturera en México ganan una décima parte de sus compañeros de Estados Unidos, señaló Catherine Feingold, directora internacional de AFL-CIO.
“Esto crea pobreza para los trabajadores en México y una competencia desleal que perjudica a los trabajadores en Estados Unidos”, dijo.
Juan, de 38 años, apoya a SINTTIA, pero se opondrá si el sindicato no cumple. “Tenemos todo el derecho de levantar la mano (…) Y decir: sabes qué, este sindicato pues no nos convenció”.