-Buscan castigarla con 3 años de prisión y 200 días de multa
Con 57 conflictos “activos” en igual número de municipios de la entidad, la intolerancia religiosa representa una bomba de tiempo en Oaxaca.
Desde hace 17 años, unas 24 familias fueron expulsadas de Estancia de Morelos, comunidad del municipio de Santiago Atitlán, de la Sierra Mixe, por profesar una fe distinta a la católica.
El destierro los ha llevado a refugiarse en la localidad de Tlacolula de Matamoros tras un peregrinar ante las autoridades locales. Sin embargo, a este caso le siguen otros como el más reciente registrado en San Pedro Chimaltepec, perteneciente a la región Mixe.
En dicha comunidad, el pastor cristiano, Cipriano Garza denunció el encarcelamiento de sus compañeros por parte de las autoridades auxiliares, quienes pretendían obligarlos a realizar las festividades de diciembre pasado.
Urge legislar
Aunque desde el Congreso del Estado, las y los diputados se han pronunciado por frenar este tipo de violencia, hasta el momento los casos no han sido solucionados en su totalidad.
En el Poder Legislativo existe una iniciativa con Proyecto de Decreto para reformar el párrafo primero del artículo 412 BIS del Código Penal del Estado Libre y Soberano de Oaxaca.
Con lo anterior se busca tipificar como delito el que se impida la libre asociación religiosa en el estado toda vez que, en los últimos meses éstos han llegado a su punto más álgido, pese a que se han implementado más de 129 mesas de trabajo.
Se espera que quien cometa este delito sea acreedor a uno o tres años de prisión o de 150 a 300 días de trabajo a favor de la comunidad y hasta 200 días de multa.
Según informe de la Secretaría General de Gobierno, en la entidad han existido discrepancias y diferencias entre los simpatizantes de uno u otro credo, por lo que hubo necesidad de implementar 129 mesas de trabajo de un total de 57 conflictos religiosos en el Estado, en las regiones de la Cañada, Costa, Mixteca, Sierra Norte, Sierra Sur y Valles Centrales.