Las marchas feministas del 8 de marzo tienen su razón de ser en casos como el de Nanaxhi De Gyves, joven comunicadora de Ciudad Ixtepec, quien se siente amenazada en su integridad física y moral luego de participar en la marcha conmemorativa por el Día Internacional de la Mujer. Alguien tendrá que dar explicaciones para que no recaiga la sospecha en algún empleado de la administración de la alcaldesa morenista, Gabriela López Olivera, quien tiene la responsabilidad de procurar seguridad a sus ciudadanos y, en este caso, a quien con su labor contribuye al derecho a la información.
El miércoles 9, las calles de Ixtepec fueron de nuevo testigos de otra marcha, exigiendo castigo por el feminicidio de Vilma A.Z. Nanaxhi también participó en la protesta, porque lo último que puede sucederle a una periodista es que la venza el terror. En un país donde la Federación garantiza la libre expresión, en Oaxaca su gobierno es incapaz de frenar ataques, como sucedió con el reportero Heber López Vásquez, asesinado hace dos meses, en Salina Cruz.
En su cuenta de Facebook, Nanaxhi advierte que callarse es contribuir a la impunidad. Sin embargo, tiene fundado temor debido “al contexto de alta peligrosidad a causa de los feminicidios y la criminalidad en el Istmo de Tehuantepec”, centro de disputa de grupos criminales, asociados en casos muy conocidos a autoridades locales. Ella relata:
“Como ustedes saben formo parte de una estación de radio en Ciudad Ixtepec llamada Hits 97.7 FM, y desde hace poco más de un año estoy al frente junto con Romeo Sibaja del espacio de noticias Radar Istmeño Noticias. (…) El martes 8 de marzo, al término del espacio de noticias y, de manera personal, comenté que estaría presente en la marcha a la que se había convocado en nuestro municipio, invitando a quien quisiera unirse”.
Al momento de iniciar la marcha, “una persona de Protección Civil me dijo que venía de parte del ayuntamiento a brindar ‘el apoyo que se había solicitado”. Ella le contestó que no había lugar, porque era una más de las asistentes. Y como insistía en saber quién había convocado, ‘quién era la líder’, o que le diera al menos un nombre, le comentó que las propias mujeres se habían organizado. Más tarde, otro empleado de Protección Civil le preguntó por su nombre y de nuevo argumentó ser enviado de la presidenta municipal “para coordinarnos con usted para la marcha”.
Esta actitud de los empleados municipales genera sospechas, pues contradice las posturas a favor de las mujeres de la alcaldesa jeromeña, que ese mismo día conmemoró esta fecha significativa. Ese mismo día, Nanaxhi observó que ciertos “portales informativos de la región realizaron transmisiones criminalizando la marcha feminista, imprimiendo un enfoque amarillista y alejándose de toda ética periodística. Parecía que la Santa Inquisición actuaba con micrófono en mano”. Debe saberse que las descalificaciones suman un peligro más a las activistas y pretenden hacer invisibles sus demandas.
Por la noche, la denunciante decidió pernoctar en el domicilio de su señora madre, junto con sus dos hijos y sobrina, con quienes había marchado. “Sin embargo, hacia las dos de la madrugada, el papá de mis hijos me avisó que un sujeto se había acercado a la casa y, en un acto intimidatorio, comenzó a empujar, de manera violenta, la puerta. Este sujeto estaba en el patio de enfrente; después se resguardó en un vehículo, y se retiró. Debo decir que en los casi tres años que llevamos habitando esta casa, nunca había sucedido algo similar”. Ella desconoce cuáles eran las intenciones de esta persona; si fue enviado por alguien o actuaba por cuenta propia. Por ello, en su denuncia aportó imágenes de cámaras de seguridad cercanas.
La comunicadora recibió la solidaridad de colegas y ciudadanos, pero advierte al final con firmeza: “Quiero dejar de manera pública mi declaración por si algo me llega a pasar a mí, a mis hijos o a mi familia. En un país donde matan mujeres y periodistas, con total impunidad, lo único que nos queda es alzar la voz y no quedarnos calladas. Y dejar muy claro que nunca más tendrán nuestro silencio”.
Una vez que la Fiscalía del Estado de Oaxaca abrió una carpeta de investigación, se han activado mecanismos oficiales y de derechos humanos a fin de que Nanaxhi De Gyves goce de medidas cautelares de protección. No hay que dejarla sola.
@ernestoreyes14