Cada día se agudiza más la división entre los dos grupos del Partido Movimiento de Regeneración Nacional, de los dos aspirantes, Susana Harp Iturribarría y Salomón Jara Cruz, este último se asume como el virtual candidato a la gubernatura de Oaxaca con el respaldo del dirigente nacional morenista, Mario Delgado Carrillo.
Pero el equipo de Jara Cruz ha ido más allá de lo que representa una simple candidatura, al asumirse ya como el próximo gobernador de la entidad, donde se reparten los cargos públicos como el hecho de que la propia edil de Pochutla, Saymi Pineda se candidatea para ser la titular de la Sedapa y al “mero, mero”, Jesús Romero López lo colocan como el futuro secretario general de gobierno.
Cargos van, cargos vienen, y lo han dicho con todas las letras, no necesitan a nadie más, les basta con su grupo salomonista, al que se le observa demasiado confiado y hasta con un dejo de soberbia, engallado, como diciendo “esta no me la quitan”.
Pero en esta lucha interna que libra Morena y aunque ellos minimicen al grupo de los Sosa Villavicencio, terminarán partiéndose el queso, aun cuando las encuestas ubiquen al virtual candidato Jara Cruz como el puntero, el hecho de que el grupo contrario se abra a dicha candidatura los puede minar.
La confianza mató al gato.
Están peleados hasta con el presidente municipal de Oaxaca de Juárez, Francisco Martínez Neri, y con otros ediles de municipios afines a Susana Harp como San Jacinto Amilpas con Gaby Díaz, por eso surge la duda, estos morenistas ¿apoyarán al candidato del PRI-PRD, Alejandro Avilés Álvarez?
Triple AAA los está esperando con los brazos abiertos. Claro con negociación bajo el agua.
Con Neri la confrontación ya es muy abierta, el equipo de Salomón Jara le reprocha el haber perdido prácticamente todas las agencias municipales en Oaxaca de Juárez y de eso se encargó el representante de Morena ante el IEEPCO, Geovany Vásquez Sagrero, quien le refutó al imberbe edil morenista que su sesudo equipo nomás no da una.
De ese nivel.
Y en esta carrera por la sucesión gubernamental lo que ha hecho Salomón Jara es tratar de adelantarse a los tiempos, aunque vaya pisoteando los derechos políticos electorales de sus propios compañeros, como lo de Sesul Bolaños López, su sobrino, al que prácticamente echó de la dirigencia estatal de Morena y colocó a Benjamín Viveros, gente muy cercana a su grupo.
Al puro estilo viejo PRI, aunque ahora renieguen de esas prácticas.
Pero según el diputado Sesul, lo hicieron de forma ilegal y llamó mentirosos a la presidenta del consejo estatal de Morena, Irma Juan Carlos y al delegado nacional Oscar Cantón Zetina, porque el cargo que ostenta como líder estatal fue electo en asamblea como lo marcan los estatutos, por tanto, alega que sigue siendo el dirigente en Oaxaca.
El pleito entre morenistas, hasta en familia, cada día subirá más de tono y aunque el equipo de la senadora Harp Iturribarría no se irán de Morena, eso es un hecho, tampoco van a respaldar la candidatura de Jara Cruz y menos cuando el aspirante y su equipo cercano traen una actitud arrogante, ni bien ganan las elecciones del próximo 5 de junio y ya se reparten los cargos de gobierno, futurizan, ¿conviene eso a Oaxaca?, es pregunta.
Si hay algo de lo que el pueblo de Oaxaca está harto, es del autoritarismo, de la corrupción, la impunidad, por eso se cansaron del PRI, del PAN, que ya fueron gobierno en este país, hoy Morena no puede repetir la misma dosis, porque estaría destinada al fracaso. ¿Es eso lo que quieren?
Ahora bien. ¿Tendrá que sentarlos AMLO para plancharlos?, ¿por qué el presidente no ha metido las manos y tampoco ha dado el zarpazo para dejarlos quietos?, ¿Acaso ni el mismo AMLO tiene todavía la definición para Oaxaca?
Son muchas dudas.
Es el presidente, es el que manda en Morena, es su partido, no creo que no le interese ganar Oaxaca a sabiendas que se juega una de las obras más importantes de su sexenio, el Tren Interoceánico junto con el Rompeolas por cierto la más positiva de todas, la que sí tiene viabilidad a diferencia del Tren Maya y el Aeropuerto de Santa Lucía.
Llega el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador a Oaxaca este viernes 18, y sábado 19 de marzo, según la preagenda presidencial que por supuesto podría sufrir modificaciones.
Para este viernes 18 de marzo tiene previsto supervisar la obra del Tren Interoceánico del Istmo de Tehuantepec y Exposición de Avances en Parques Industriales. Visita el punto del Ferroviario Donají en Matías Romero Avendaño, Oaxaca.
También supervisará un tramo de los avances en la carretera federal Acayucán-LaVentosa, entre Palomares y Matías Romero. Para después trasladarse a una reunión de evaluación a la API en Salina Cruz por la obra del Rompeolas.
El sábado 19 estaría en Oaxaca de Juárez, donde sostendrá una reunión de evaluación de la autopista Oaxaca-Puerto Escondido según el itinerario a las 10:30-11:00 horas iniciaría, la cual se realizará en la capital oaxaqueña porque debido al conflicto en la zona de los Coatlanes no hay condiciones para que el presidente haga el recorrido.
Lo que sí es un hecho es que AMLO tiene el interés de firmar el acuerdo de paz en los Coatlanes, que es el principal impedimento por el cual no se ha logrado avanzar en la construcción del tramo que atraviesa esa zona, por un conflicto añejo de tierras que, si el presidente López Obrador llama a las partes involucradas y logra intervenir, el problema se va a destrabar.
Ojalá porque la autopista a la costa como la del Istmo son de vital importancia para el desarrollo de Oaxaca, y posteriormente se reunirá con el gabinete de seguridad, además está previsto que ofrezca una conferencia de prensa aproximadamente de las 13:00 a las 15:00 del mismo sábado.
Veremos si en un inter de su gira por Oaxaca, AMLO se sienta con los grupos en disputa por la sucesión gubernamental de su partido, Morena.
O de plano dejará que se rompan el queso.
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