Hace más de 10 años la Asamblea General de las Naciones Unidas instauró el 2 de abril como el Día Mundial de Concienciación sobre el Autismo, con el fin de mejoras la calidad de vida de las personas con TEA.
La misión era clara: promover su inclusión en todos los ámbitos de la sociedad y luchar por sus derechos como el de cualquier otra persona.
Pero para saber crear acciones que faciliten estos propósitos es necesario saber todo lo que el autismo engloba.
¿Qué es el autismo?
El autismo forma parte de los llamados trastornos generalizados del desarrollo. En ellos, no solo se produce un retraso en el desarrollo, sino uno atípico con amplia alteración de las funciones. La mayoría de los niños con trastornos generalizados del desarrollo también sufren retraso mental (cociente intelectual inferior a 70).
Síntomas
Los más comunes son los déficits en la interacción social. Es desde pequeños que los niños no responden a los gestos y miradas de personas a su alrededor y prefieren hacer sus cosas en solitario.
Se tienen problemas con el lenguaje comunicativo y no verbal. Alteran el orden de las palabras o las usan con significados particulares. Los comportamientos repetitivos o estereotipados: sólo les interesa una cosa de manera excesiva e inflexible (las ruedas de los coches, los libros de color rojo…), que realizan rituales o rutinas repetidos sin función alguna o movimientos estereotipados (como aleteo de las manos).
Causas
Hasta la fecha no se conoce la casa concreta del autismo. Podría ser consecuencia de la interrupción del desarrollo normal del cerebro en una etapa temprana del desarrollo fetal. Hasta el 80% de los niños con autismo tienen retraso mental, y hasta el 35-40% sufren de epilepsia en los primeros 20 años de su vida.
Diagnostico
La observación conductual de un niño con autismo con fines diagnósticos es una tarea compleja que debe ser realizada, por lo tanto, por profesionales expertos (neuropediatras, psiquiatras o psicólogos).
Para realizar el diagnóstico del autismo se deben detectar déficits severos en tres áreas principales:
1. Alteración cualitativa de la interacción social.
2. Alteración cualitativa de la comunicación.
3. Patrones de comportamiento, intereses y actividades restringidas, repetitivas y estereotipadas.
Tratamiento
Aquellos pacientes que tienen acceso temprano a tratamiento multimodal mejoran significativamente. El ambiente debe ser altamente estructurado e incluir profesores de educación especial, terapia del lenguaje y logopedia, tratamiento vocacional y entrenamiento en habilidades adaptativas.
El tratamiento conductual reduce los comportamientos no deseados, promueve el lenguaje y la interacción social y, además, aumenta habilidades que fomentan la independencia.
Fuente: Milenio