El Comité contra las Desapariciones Forzadas (CED) de la Organización de Naciones Unidas (ONU) alertó sobre la pérdida de soberanía de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH).
Dentro del informe sobre las desapariciones forzadas en México, el comité establece que el Estado debe garantizar que la CNDH y las comisiones estatales puedan hacer su trabajo en libertad.
Al respecto, Carmen Rosa Villa Quintana, presidenta del CED, aseguró que “al comité le preocupa la falta de independencia y autonomía de la CNDH y de las comisiones estatales”.
Según el documento, la CNDH debe “hacer uso efectivo de todas las atribuciones que le otorga la Constitución como organismo de protección, observancia, promoción, estudio y divulgación de los derechos humanos”.
El CED pidió al Estado mexicano que “garantice que la Comisión Nacional de los Derechos Humanos y las comisiones estatales de derechos humanos ejerzan sus funciones con total autonomía e independencia”.
Durante noviembre del año pasado, una delegación de la CED visitó el país para evaluar las acciones que se están tomando para castigar y prevenir las desapariciones.
Por otro lado, la CNDH reconoció la labor de la Secretaría de Seguridad Ciudadana de la Ciudad de México y la Fiscalía capitalina para liberar la sede de la comisión.
De igual manera, exhortó a la Fiscalía capitalina a investigar y sancionar a quienes agredieron a María Eugenia Reyes, catedrática de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), el jueves pasado.
Según la CNDH, estas acciones fueron realizadas por “personas que ocupan ese inmueble en forma ilegal, quienes con tubos destruyeron su vehículo, rompiendo sus cristales y pintándolo, situación que provocó sentirse intimidada y violentada”.
El edificio de la comisión estuvo tomado 19 meses por la organización feminista Okupa, como reclamo por los feminicidios y la violencia de género.
Según la CNDH, dentro del edificio “ocurrían actos de vandalismo y agresión a ciudadanas y ciudadanos, los que fueron denunciados repetidas veces.
Además, aseguró que es injustificable que el colectivo haya tomado el edificio bajo el argumento de que era una protesta social.
Fuente: El Financiero