Las sonrisas en su rostro desaparecen en momentos. Con una actitud seria niños y niñas ofrecen sus productos artesanales, chicles y cigarros a locales y visitantes. Se les ve entre brujas, dragones, familias enteras y jardines, dibujos que salen de su imaginación y ponen a la venta. Ellos y ellas no celebran su día porque tienen que llevar el sustento de su familia.
“¡Una bolsa, un monedero lleve el bonito recuerdo!”, se les escucha al ofrecer sus productos en el Zócalo y centro de la capital oaxaqueña, lugares en donde se les ve con mayor frecuencia.
Aunque las autoridades municipales de Oaxaca de Juárez y las estatales han reconocido que la mayoría de estos niños y niñas son originarios del estado de Chiapas, no existen registros reales sobre el número de pequeños que trabajan aún cuando no han cumplido la mayoría de edad.
Los niños y niñas no cuentan con permisos para poder ofrecer estos productos en estos lugares, sin embargo las propias autoridades han sido complacientes, no hay hasta la fecha algún requerimiento para sus padres.
Por el contrario el pasado 04 de abril dos niños fueron detenidos de forma “brutal”, como se dio a conocer en una serie de videos que circularon en redes sociales.
Ante este hecho, la Defensoría de los Derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca (DDHPO), inició la investigación bajo el siguiente expediente DDHPO/0570/(01)/OAX/2022.