Unas 39 mujeres indígenas chontales de Santa Lucía Mecaltepec y Santa María Candelaria, del Municipio de San Carlos, Yautepec, exigieron el reconocimiento como comuneras a Javier Mancilla Miranda, comisionado del Registro Agrario Nacional en Oaxaca.
A través de un comunicado, el Comité de Mujeres Chontales, precisó que se presentaron dos solicitudes y dos expedientes debidamente integrados, en las asambleas agrarias las han reconocido como comuneras. Le solicitaremos por segunda y tercera ocasión el registro positivo del acta de asamblea que nos da tal reconocimiento, sostiene el documento.
Las mujeres refirieron que el 11 de junio del año 2018 el Registro Agrario Nacional negó el registro positivo a la comunidad de Santa Lucía Mecaltepec y lo confirmó en su resolución el 25 de marzo del año 2019 ante un recurso de revisión interpuesto.
Lo mismo sucedió el 07 de agosto del año 2018 y el 03 de junio del año 2019 en la que negó el registro positivo de acta de asamblea a la comunidad de Santa María Candelaria, ambas del municipio de San Carlos, Yautepec, Oaxaca, con el argumento que las personas solicitantes debían acreditar su acceso a la tierra comunal con un certificado de derechos parcelarios o comunes y no con las constancias de posesión como se realizó.
“Consideramos que nuestras constancias de posesión expedidas por el Comisariado de Bienes Comunales y ratificadas por nuestra asamblea agraria, son plenamente válidos y eficaces para acreditar la posesión y el acceso a las tierras comunales de las comunidades de las que somos parte y en donde hemos vivido toda nuestra vida. Pensamos que así debe ser analizado por este órgano registrador. Definir lo contrario, violenta nuestros derechos a ser reconocidas como comuneras, el acceso a la tierra, al territorio y el derecho a participar en cargos de representación agraria”, señala el documento.
Negar el registro de nuestros reconocimientos como comuneras, impactará de manera diferenciada ya que históricamente no hemos accedido formalmente a la titularidad sobre la tierra. Imponer requisitos rigurosos acentúa esta discriminación estructural. Ello se deja ver en el hecho de que, de acuerdo con las cifras oficiales del Registro Agrario Nacional, en México sólo 4 de cada 10 mujeres fueron comuneras o ejidatarias en el año 2020. En el caso de Oaxaca, el padrón agrario está integrado tan sólo por un 28 por ciento de las mujeres.
Situación que agregaron resulta una situación alarmante debido a que las mujeres indígenas hemos trabajado, cuidado y defendido el territorio a lo largo de la historia, pero somos nosotras quienes principalmente enfrentamos diversos obstáculos en el acceso y el ejercicio de nuestros derechos agrarios.