Miriam Elizabeth Rodríguez Martínez se convirtió en un ícono del movimiento que encabezan aquellas madres de familia que enfrentan la pena de tener un hijo o una hija desaparecidos.
Quienes le arrebataron a Karen Alejandra, terminaron quitándole también a ella la vida. Guillermo Gutiérrez Riestra, ya también fallecido debido a una enfermedad, siempre decía que las balas que cortaron la existencia de Miriam, iban cargadas de indolencia oficial porque fue una mujer valiente que por sí sola dio con los responsables de la desaparición y muerte de su hija pues nunca tuvo el apoyo de las autoridades.
Quien fuera dirigente del colectivo Familiares y Amigos de Desaparecidos en Tamaulipas, del cual ella era representante en San Fernando, fue quien informó hace cinco años que Miriam había sido cobardemente asesinada en pleno Día de las Madres.
Los hechos ocurrieron cuando la activista llegaba a su domicilio por la noche y ya era esperada por hombres armados que a sangre fría apagaron sus días.
Rodríguez Martínez sufrió en carne propia y se le fue la vida en ese hoyo negro de la violencia en que se sumergió Tamaulipas en la década pasada. De ser una próspera propietaria de un negocio se convirtió en una madre buscadora tras el secuestro de su hija en 2012.
Sin más armas que su amor de madre, coraje y tenacidad, sin apoyo oficial, logró ubicar a los delincuentes implicados y ella misma los entregó a las autoridades. Día a día estaba en los juzgados al pendiente, ante el temor que los dejaran libres.
Tras sus propias investigaciones, Miriam vivió el dolor de encontrar los restos de su hija en una fosa clandestina en 2014. Luego de su propia muerte no faltaron las condolencias oficiales que solo aumentaron los reclamos y la indignación de los colectivos de desaparecidos.
Tras su deceso el 10 de mayo de 2017, colectivos defensores de los derechos humanos y de desaparecidos, insistieron ante representantes de la oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas en materia de Derechos Humanos, Jan Jařab y Carolina Moreno, que Miriam Rodríguez sí notificó que temía por su vida al gobierno del estado, por lo que ellos pidieron nuevamente protección y garantías para seguir con su búsqueda.
Josefina de León, presidenta de la Red de Desaparecidos en el estado explicó que ese día llegaron a Tamaulipas funcionarios de la Organización de las Naciones Unidas, quienes estuvieron en el funeral de la activista y posteriormente se trasladaron a Ciudad Victoria donde primero se reunieron con los familiares de víctimas.
“Se escuchó de voz de las víctimas que la realidad es que a muchos les consta que solicitó a nivel estatal y federal (la protección), eso consta en documentos y a muchas personas, de hecho está grabado y hubo la omisión, se lo planteó a Lorena (Garrido Salazar) del Instituto (de Atención a Víctimas en Tamaulipas) y hubo omisión”, señaló el 12 de mayo de 2017 a los medios de comunicación.
La historia de Miriam Rodríguez quedó inmortalizada en la película La Civil, ovacionada en el Festival de Cannes con la actriz Arcelia Ramírez como protagonista.