Cuando parecía que tendría un futuro prominente siendo Senador de la República y por ende podría jugar por el mayor cargo de elección popular en su tierra natal, Oaxaca, hoy Raúl Bolaños Cacho Cué se quedó entrampado en su propio destino, no puede ni siquiera venir hacer campaña a su estado, la jugada le salió mal.
¡Apostó mal!
Pidió mano a su dirigente nacional del Verde Ecologista, Manuel Velasco Coello para irse a ayudar en la campaña a la gubernatura de la coalición “Juntos Hacemos Historia” de la morenista Mara Lezama en Quintana Roo, porque de plano en Oaxaca ni priistas, ni morenistas lo aceptan, la etiqueta de “traidor” no puede quitársela.
Por eso no se aparece en ningún evento del candidato morenista Salomón Jara Cruz, desde aquella visita que hizo el abanderado de Morena-PT-PVEM a Guelatao de Juárez en su apertura de campaña, no ha vuelto a asomar las narices.
El gobernador Alejandro Murat Hinojosa le dio todo, la confianza, la oportunidad de estar en una senaduría, que hoy por hoy seguimos insistiendo no le correspondía, porque los votos con los que ganaron esa primera minoría fueron por el PRI, solo que, en ese entonces a Sofía Castro Ríos, la que iba en la fórmula dos, la calmaron para que no hiciera alboroto.
Y los priistas lo saben. Muchas equivocaciones. Raúl Bolaños nunca creció políticamente. Hoy la clase gobernante en Oaxaca se da de topes con la pared, pero ya no hay nada que hacer.
Bolaños Cacho Cué no solo se equivocó en Oaxaca, también con el que lo hizo, su “padrino político” en el Senado de la República, el coordinador de la bancada de Morena, Ricardo Monreal Ávila quien también ya “bailó”, al estar completamente alejado del primer círculo del presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, no será candidato en el 2024.
Doble equivocación de Raúl Bolaños. Pero lo más triste es que jamás regresó a darle las gracias a esos priistas que votaron para que se sentara en un escaño en la cámara alta, “chamaco malagradecido”, le dijo en su momento Jorge González Ilescas, cuando todavía era dirigente estatal del PRI.
Ahora bien.
¿Qué le espera a quienes se fueron al Verde si gana Salomón Jara?
Nada. Quienes están en primera fila son los que han caminado con el candidato desde hace muchos años y es complicado que cambie esa estrategia, salvo que el Verde Ecologista pueda otorgarle arriba de 200 mil votos, quizás por ello también el senador que ni es de aquí ni de allá, Bolaños habría puesto pies en polvorosa.
Su futuro político no pinta muy bien. Su paso por el senado mexicano también ha sido bastante gris. Y no le suma votos a Salomón Jara, porque no es bien visto en Oaxaca.
El único al que se le ve pegado como lapa a Jara Cruz, es al camaleónico Samuel Gurrión Matías, tiene de encargo el Istmo y quizás con un golpe de suerte le den algún espacio, de ganar la 4T la gubernatura, en el nuevo gabinete.
Claramente les han dicho que tienen que demostrar trabajo desde ahora, por eso hay vemos a muchos ondeando la bandera de la #4T en los cruceros, hasta la empresaria Beatriz Rodríguez Casasnovas tiene que andar pegando propaganda en las casas, debe ser muy complicado estar en la banca, aunque siendo del ramo restaurantero no tendría esa necesidad.
A ver sino los utilizan solamente y a la hora de la repartición los dejan colgados de la brocha.
Así las cosas, con el Verde Ecologista y su senador Bolaños Cacho Cué.
MÉXICO EL PAÍS MÁS LETAL PARA EJERCER EL PERIODISMO; MATAN A OTRAS DOS COLEGAS, SUMAN 11
Las cifras son letales, crudas. Rabia e impotencia, eso es lo que sentimos porque cada día muere el periodismo libre, entierran la democracia y el derecho de la ciudadanía a estar informada.
En la presente administración del presidente Andrés Manuel López Obrador han asesinado a 36 periodistas, 11 en 2022. Ayer dos colegas veracruzanas fueron arteramente acribilladas en Cosoleacaque, Veracruz, Yesenia Mollinedo y Sheila García.
Las y los periodistas estamos ante un estado de indefensión, cada 14 horas en México se agrede a un periodista y el gobierno de López Obrador no quiere admitir la crisis de violencia que vivimos y tampoco le importa, así parece, implementar medidas urgentes para proteger la libertad de expresión.
¿Coincidencia?, justo ayer por la tarde en que se realizaría una protesta en la Ciudad de México por el asesinato del periodista Luis Enrique Ramírez en Sinaloa, matan a dos colegas en Veracruz en el estacionamiento de un Oxxo.
Así con esa facilidad, y ninguna autoridad en este país hace nada, les vale un cacahuate la vida de las y los periodistas, así como la de las mujeres, estamos solos frente a la violencia criminal.
Aquí vale mencionar un informe documentado realizado por la organización Article 19 que nos invita a la reflexión y de por qué el odio hacia la prensa. En 2021 se registraron 71 momentos durante las conferencias matutinas de López Obrador en los que el presidente u otros integrantes denostaron a la prensa y a su labor.
¿Cuáles son los efectos de estos actos?
La respuesta de una persona periodista anónima por seguridad fue la siguiente: “El costo que se acumula para los periodistas y para nuestro medio tras los ataques que se reciben por una mención del presidente o una pregunta hacia él que no le gusta y califica de falsa es, por decir lo menos, altísimo”.
“Nos hace cuestionar una y otra vez cuántos insultos, mensajes de odio, burlas, es correcto aceptar. Pero también nos ha llevado a replantear nuestra estrategia de cobertura: no siempre vale la pena pararse frente al presidente”.
Muy duro. Lamentablemente es la realidad que vivimos y nos hace repensar ¿cuál es el camino que debemos seguir los medios de comunicación para defender la libertad de expresión?
Jamás la sumisión, por supuesto, pero sí es urgente la UNIDAD de las y los periodistas en este país, reagruparnos en un solo frente para defendernos y para exigir al gobierno de la #4T y de López Obrador brindar las garantías de seguridad para ejercer nuestro trabajo, porque es su obligación.
Como dato estadístico, por si no queda claro que AMLO debe poner atención en el tema de los periodistas, en los tres años que lleva su gobierno suman 1,945 ataques contra la prensa, entre los cuales se encuentran 36 asesinatos de periodistas y dos desapariciones.
Como comparativo, en el gobierno del priista Enrique Peña Nieto registró en el mismo periodo 15 asesinatos contra periodistas en posible vínculo con su labor y 1053 ataques.
Esto quiere decir que los primeros tres años de López Obrador representan casi un 85% más de ataques contra la prensa que los primeros tres años del anterior Mandatario mexicano, marcando el periodo más violento contra la prensa del que se tenga registro.
¡No es posible!
Ante ello, periodistas mexicanos y de otras naciones exigieron ayer en la protesta en la Ciudad de México al presidente AMLO seguridad para el gremio, un alto a la simulación sobre la protección que otorga el Mecanismo de Protección de la SEGOB, pero, sobre todo, que detenga su confrontación diaria contra periodistas en las mañaneras porque con ello genera un clima más adverso para las y los periodistas.
Ojalá lo entienda López Obrador.
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