Pese al grave problema de saturación que presenta desde hace 30 años el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM), los gobiernos de Enrique Peña Nieto y de Andrés Manuel López Obrador relegaron sostenidamente la inversión en la terminal aérea Benito Juárez para destinar miles de millones de pesos a sus megaproyectos estrella del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM) y del Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA), respectivamente, con la justificación de que ambas obras resolverían la saturación.
En la administración del priista se presupuestaron en seis años (2013-2018) 2 mil 272.3 millones para diversos proyectos de inversión en el AICM, en contraste con los 73 mil 244 millones que se designaron al NAIM en los Presupuestos de Egresos de la Federación (PEF) 2016 a 2019.
Al proyecto estrella de Peña Nieto se le inyectaron 32 veces más recursos que al Benito Juárez, obra que finalmente fue cancelada al principio de la administración de López Obrador.
En lo que va del sexenio de López Obrador se han presupuestado en proyectos de inversión para el AICM 5 mil 381.1 millones de pesos, más del doble que con Peña Nieto; sin embargo, para el AIFA se destinaron 89 mil 586 millones, pero, derivado de ampliaciones, el gasto ejercido hasta 2022 es de 116 mil millones, según dio a conocer EL UNIVERSAL en su publicación del pasado 15 de marzo de 2022.
Ello representa que el dinero utilizado en el aeropuerto de Santa Lucía ha sido 21 veces superior a lo destinado al AICM.
De acuerdo con una revisión realizada por este rotativo a los Presupuestos de Egresos de la Federación aprobados para el AICM, en 2013 se destinaron mil 194 millones 236 mil pesos para diversos proyectos de inversión, entre los que destacan la rehabilitación de pistas, plataformas y rodajes, para “atender tanto la demanda actual como la futura de forma segura y eficiente”.