El presiente Andrés Manuel López Obrador admitió que el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) Benito Juárez enfrenta una escasez de agua, siendo ésta una de las razones por las que se detuvo la ampliación de la terminal 2.
En la conferencia mañanera de Palacio Nacional, el mandatario destacó que se interrumpió la ampliación en el aeropuerto ya que hay un problema serio y grave de hundimiento, el cual no se tomó en cuenta cuando se construyó.
“En el hangar se le está dando mantenimiento, para tenerlo cuidado pero fueron gastos extravagantes. El aeropuerto no tiene agua, tenemos que llevar pipas, pero son millones de pesos para mantenimiento de hangar”, comentó.
Esto, luego de que justificara que no se utilice el avión presidencial, pues aseguró que es 10 veces más barato tenerlo parado y pagar su mantenimiento, sin usarlo.
“Me debo gastar, con los de ayudantía, unos 2 millones al año en aviones y viáticos. Sólo cuando lo usaron para ir a Argentina, la última vez con el gobierno de Peña, costó 7 millones el uso de internet. Lo ideal era venderlo, pero no hay quien lo compre, porque es muy lujoso y no lo podemos rematar”, remarcó.
Por ello, no descartó que la aeronave sea vendida al gobierno de Argentina, siempre y cuando se comprometan a pagarlos en mediano plazo y con intereses, además de un acuerdo de Estado con bancos, “pero tenemos voluntad para venderlo”.
“Si no se vende, lo vamos a entregar a la Fuerza Aérea para que lo maneje como parte de la empresa que se hará cargo de los aeropuertos de Tulum, Palenque, el Tren Maya, y organice estos vuelos charter. Pero yo creo en unos tres meses vamos a ver”, declaró.
Recientemente, el despacho de abogados Santamarina y Steta consideró que el AICM tenía los días contados por su deterioro, pues está al borde de la inviabilidad.
“Viene dando señales de deterioro hace más de dos décadas y estaba destinado a cerrar definitivamente operaciones con la apertura del Nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México en Texcoco (NAICM)”, manifestó Juan Carlos Machorro, socio a cargo del área transaccional.
Fuente: Milenio