En su acepción más general la autonomía política corresponde a una de las expresiones que adquiere la democracia. Es una forma de distribución del poder político sea territorialmente o funcionalmente. Una efectiva autonomía depende de la maduración de prácticas democráticas..
Sin la fuerza de la identidad, sin conciencia de nuestra historia, sin la posesión efectiva del territorio y el disfrute de los recursos naturales, sin efectividad en el autogobierno, sin representatividad en el Estado, sin jurisdicción territorial y funcional, sin capacidad de florecimiento y sin posibilidad de hacer real nuestro destino, poca posibilidad de la institucionalización de la autonomía. Todo lo anterior implica hacer real la libre determinación.
Dentro de un territorio nacional, tener su propio espacio, su propia jurisdicción para actuar y ejercer poder de mando, materializado en un territorio determinado, actuar con las libertades que los acuerdos y las leyes permitan, por ello, poder concretar un proyecto colectivo, estamos frente a la autonomía.
Asimismo, la autonomía es la materialización de los principios y derechos de la libre determinación en el contexto del Estado nacional. Para ser autónomos, es necesario tener una identidad diferenciada en relación con otras identidades, querer seguir siendo tal como somos y además tener un proyecto de vida colectiva decidida por consenso, por acuerdo, ser capaces de operarlo por nosotros mismos.
Para ser autónomos, existen otros procesos que la consolidan, como por ejemplo, la descentralización de facultades y de decisiones. También se puede citar el acto de autoafirmación, que quiere decir la voluntad de ser y seguir siendo. La autodefinición, no solo saber quién eres, sino cómo eres, qué eres. Asimismo, tener capacidad de organización, es tener fuerza, vigor, acción, orden. La autogestión es un elemento fundamental de la autonomía, es negarse ser administrado, depender de una fuerza externa.
La autonomía que requerimos tiene elementos históricos, míticos, fundamentos, razones, justificaciones, contingencia, relaciones fundamentales con el territorio, recursos naturales, creencias y formas de producción, no es sólo capacidad de decisiones propias sino todo está envuelto en una cultura, en una manera de ser y estar, si somos exactos, es una ideología, es decir, es una teoría de la acción.
Como teoría de la acción se puede fundamentar en una base jurídica necesaria e incuestionable. No pensamos en una autonomía que lesione elementos de los demás, queremos ser completos pero no desprendiendo a otros que han estado en nuestras propias condiciones, no es para sustraer, sino libertad de acción y de decisión.
La autonomía es salir de las sombras y crecer a la luz de la justicia y de muchas razones. La verdad, para nosotros, la autonomía es una cuestión de dignidad humana después de siglos de opresión. Sabemos que la autonomía no será una concesión graciosa, por eso convocamos a la unidad de todos los pueblos y comunidades indígenas y afromexicano de nuestro país para que seamos un puño cerrado y consistente para ganarnos nuestra autonomía.
La fuerza de nuestra autonomía será la fuerza de las comunidades y de los pueblos. Más de las veces se nos quiere contraponer con la soberanía del pueblo para negarnos la autonomía sin entender que también somos soberanos, somos pueblo pero organizado, estructurado.