El lunes fueron ejecutados en la sierra Tarahumara, en Chihuahua, los padres jesuitas
Javier Campos y Joaquín Mora, dentro de un templo religioso ubicado en Cerocahui, cuando intentaban detener a un grupo delictivo que perseguía un guía turístico para matarlo.
Con su deceso suman siete párrocos ultimados en lo que va del sexenio de Andrés Manuel López Obrador, según reporta el CCM.
El Centro registra que en el sexenio de Felipe Calderón, de 2006 a 2012, y su «guerra contra el narcotráfico», el número de curas muertos, pasó de cuatro en todo el Gobierno de Vicente Fox —de 2000 a 2006— a 17, al finalizar la administración calderonista.
Mientras que en el mandato de Enrique Peña Nieto, de 2012 a 2018, mataron a 25 eclesiásticos de manera violenta, siendo hasta el momento, el sexenio más peligroso para los sacerdotes.
Sotelo Aguilar asegura que las autoridades le han dado carpetazo a las investigaciones de los ataques en contra de los clérigos en el país.
«Más del 80% de los casos que nosotros hemos reportado de sacerdotes asesinados, también son casos que han quedado ya en el olvido, que se han dado carpetazo y que ahí están», denuncia.
El caso más emblemático de agresiones a padres, es el asesinato del cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo, el 24 de mayo de 1993 en el Aeropuerto Internacional de Guadalajara.
«Al que hace 29 años asesinaron ahí en Guadalajara, hasta la fecha no hay ningún detenido, ningún responsable de los hechos, y la situación ha quedado prácticamente ahí traspapelada en los archivos de la justicia».
La orfandad de la comunidad
Omar Sotelo habló de lo que significa la sustracción de los cuerpos religiosos que, hasta ayer, fueron localizados y coincide con el envío de un mensaje al Gobierno.
«Es una señal brutal de poder, de imponerse, de manifestar a las autoridades ‘yo aquí vengo a hacer y hago lo que yo quiera, y si soy capaz de matar a un sacerdote, puedo matar a quién sea”.
El director del CCM destaca que los asesinatos representan un hostigamiento muy fuerte en contra del ministerio, pues al hacerlo, se «asesina» a una institución.
«Ofrece una estabilización social en la comunidad, que ofrece auxilio a hombres y mujeres, respeto y lucha por sus derechos humanos. Porque la Iglesia ofrece ayuda y auxilio a migrantes, a indígenas, a mujeres, se deja en la orfandad».
Los ausentes
Además de los 49 párrocos asesinados en los 16 años, el CCM registra la desaparición de dos religiosos: Santiago Álvarez Figueroa y Carlos Ornelas Puga, desde 2012 y 2013, respectivamente.
El primero fue visto por última vez en la diócesis de Zamora, Michoacán el 29 de diciembre de 2012 mientras se dirigía a oficiar un servicio; por otro lado, el caso de Ornelas Puga ocurrió el 3 de noviembre de 2013, en la diócesis de Ciudad Juárez, Chihuahua.
«Es lamentable pero no se le ha dado ningún seguimiento de los casos (…) al menos la familia de Álvarez Figueroa nos lo dijo, que pues la autoridad ya le dio el carpetazo».
El CCM indica que en los últimos 16 años han asesinado a 49 religiosos en México (sin contar a laicos); además de dos desaparecidos desde hace casi una década. Uno de ellos fue visto por última vez en Chihuahua.
En los últimos tres sexenios este es el registro:
Felipe Calderón Hinojosa: 17
Enrique Peña Nieto: 25
Andrés Manuel López Obrador: 7