La Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) validó la Manifestación de Impacto Ambiental en Modalidad Regional (MIA-R) del Tramo 5 Sur del Tren Maya, que se encuentra detenida justamente por la falta de los permisos ambientales.
Con esta acción, el gobierno federal busca reiniciar los trabajos del megaproyecto en el sur, luego de varias suspensiones dictadas por jueces locales.
La MIA-R presentada por el Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur) reconoce la deforestación de 485 hectáreas de “cobertura vegetal”, sin embargo se concluye que los efectos negativos no agravarán tanto la devastación ambiental como la hecho el turismo y el sector inmobiliario” en esa región la última década.
Cabe recordar que organizaciones como Greenpeace y el Centro para la Diversidad Biológica (CBD) aseguran que la MIA-R tiene “una gran cantidad de omisiones, imprecisiones” en información “esencial” para determinar los impactos ambientales del megaproyecto en la región e incluso “información falsa” respecto al suelo kárstico de la región.
Y recordaron que el documento fue presentado de manera extemporánea, meses después que la maquinaria de Grupo México iniciara el desmonte de selva.
De acuerdo con Proceso, desde el día de ayer, Fonatur pidió al juez de Yucatán que frenó la obra en el sur del país, que revocara la suspensión de las obras que desde el 27 de mayo se encuentran detenidas.