La refinería Olmeca, de Dos Bocas, el emblemático proyecto de energía de México y un complejo de refinación en la región sur del país que ha enfrentado miles de millones de dólares en sobrecostos, está generando preocupación entre los miembros del Consejo de Administración de Petróleos Mexicanos (Pemex).
La semana pasada, el consejo de la petrolera estatal aprobó un mayor presupuesto para el proyecto, pero la votación estuvo lejos de ser unánime, según personas con conocimiento de las deliberaciones, que pidieron no ser identificadas debido a que la información no es de carácter público. Tres miembros votaron por rechazar el nuevo plan de gastos, señalaron. Y al menos un miembro que lo aprobó expresó su preocupación por la falta de rendición de cuentas en la gestión de costos. Junto con aumentar el presupuesto, la junta también eliminó la metodología utilizada para monitorear los costos del proyecto, eliminando lo que algunos consideraban un medio fundamental de supervisión.
Voceros de la Secretaría de Energía de México y de Pemex no respondieron a solicitudes de comentarios.
El inusual choque dentro del Consejo de Administración de Pemex pone de relieve la presión que está ejerciendo el proyecto Dos Bocas sobre las finanzas de la petrolera y el deterioro que está provocando en el capital político del presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador. AMLO ha calificado la refinería de Dos Bocas como clave para su objetivo de poner fin a la dependencia de México del resto del mundo en materia de combustible, acercando al país un paso más a la independencia energética. Una vez terminada, será la séptima refinería del país, con lo que su capacidad de procesamiento de petróleo aumentará en 20 por ciento.
Pero el proyecto de Dos Bocas ha tenido un alto precio: los contratos de construcción hasta 2024 han aumentado a más de 14 mil millones de dólares y probablemente sumarán entre 16 mil y 18 mil millones de dólares para cuando el complejo esté terminado, más del doble del precio original. El costo total podría subir aún más en medio de los retrasos.
El directorio de Pemex está compuesto por cinco miembros independientes y cinco altos funcionarios gubernamentales, incluidos los secretarios de Energía y Hacienda del país. Los tres miembros que votaron en contra del presupuesto eran todos independientes, según personas familiarizadas con la situación.
La refinería fue declarada abierta el 1 de julio a pesar de que aún no estaba lista para producir combustible. Se espera que las operaciones reales comiencen a mediados del próximo año. Los sobrecostos provocaron la renuncia de un importante auditor gubernamental en diciembre.
Fuente: El Financiero