La espera terminó, tras más de 40 años de operaciones, el Basurero de Zaachila ha cerrado sus puertas y dejado sin plan emergente, ni sólido, a la autoridad municipal, quien hasta el momento solo ha anunciado “soluciones” sin dar más detalles de lo que pueda suceder en Oaxaca.
En este contexto, colectivos y activistas ambientalistas denuncian la falta de proyecto a largo plazo con relación al tratamiento de la basura en el municipio de Oaxaca de Juárez, lo que llevaría a esta urbe a una crisis sin precedente de contaminación y manejos de los residuos sólidos.
Las nuevas hectáreas de tierra
El presidente del Colectivo de Ambientalistas de Oaxaca, Gerardo Aldeco Pinelo, expresó que la compra de las cinco hectáreas de tierra anunciadas por el presidente municipal de Oaxaca de Juárez, Francisco Martínez Neri, solo detiene temporalmente la presión social sobre su administración para poder dejarle el trabajo a quien venga después de él.
“Lo que piensa Neri es que comprando nuevos terrenos, sin tener ningún proyecto a largo plazo, se terminará el problema, está muy equivocado, solo será parcial, en lo que termina su administración”, añadió.
Los activistas comentaron que el terreno de cinco hectáreas adquirido por el municipio solo tendrá un plazo de un año si la basura no se separa, y de dos a tres años contrario a la hipótesis anterior.
“No se está dando la atención que se debe de dar, son ideas prontas, sin previsualización a futuro, vamos a terminar mal, no se puede resolver un problema de más de 40 años en menos de 2 meses” aseveraron.
¿A qué no enfrentamos?
Activistas argumentaron que el escenario no es bueno, pues se proyecta un Oaxaca con basura apilada en las calles y esquinas, sin capacidad del municipio para poder levantarla y separarla.
“Ojalá y no, pero estamos visualizando un escenario como el de las grandes ciudades, donde la basura es tirada y apilada en las esquinas, calles y aceras, normalizando el problema y culturalizando a la sociedad a que cometa estas acciones”.
Establecieron que el problema es colectivo, debido a la participación de la sociedad civil, recolectores y la propia autoridad municipal, por lo que, no se logra ver un avance positivo respecto al problema de la basura, al menos, mientras se hagan las acciones necesarias para evitar que se cierren los tiraderos.
“Esto es una mezcla entre sociedad y autoridad, por una parte, somos nosotros como población quienes debamos separar los residuos y la autoridad municipal, garantizar que el problema no se haga más grande”.
Expusieron que el presidente municipal sabe de los problemas que atrae solo comprar un terreno y continuar depositando la basura sin ningún control, puesto que, varias veces, le han hecho llegar los señalamientos de los errores que se están cometiendo en el municipio capitalino.
“La autoridad lo sabe, hemos platicado con ellos, pero qué podemos esperar de personas que llegan al poder si tener ningún perfil para entender el verdadero problema y proponer soluciones, solo se lavan las manos”.
¿Qué se debe hacer?
Ambientalistas argumentaron que se debe de realizar un cambio multidisciplinario entre sociedad y gobierno, en este sentido, es el gobierno quien a través de organizaciones sociales concientice a la sociedad del problema, realizando campañas y platicas.
De igual forma, una política pública en unión con los municipios aledaños para proyectar una planta de separación y reciclaje de la basura en los municipios afectados, evitando que se contamine la tierra y el aire y lo más importante, teniendo un control de los desechos orgánicos e inorgánicos.
“Si se separa la basura dependiendo de los desechos, el impacto ecológico será negativo, ya que los gases y líquidos contaminantes disminuyen según la separación que se tenga, así mismo, podríamos reutilizar los desechos que estén en buenas condiciones y darle trabajo a los pepenadores”, finalizaron.