Un día después de clausurar definitivamente el tiradero de basura de Zaachila, las y los dirigentes de las colonias aledañas verificaron los daños que se han ocasionado a los terrenos, casas y pozos profundos que rodean a los cerros de basura acumulada durante 42 años.
En asamblea comunitaria, las y los vecinos de la zona oriente de Zaachila pidieron que los terrenos que aún alojan toneladas de basura sean restaurados en lo inmediato por parte de las autoridades responsables, “porque se requieren por lo menos 12 millones de pesos y años para eliminar esa contaminación”.
El agente municipal de Vicente Guerrero, Eusebio Sareo Lorenzo dijo que los lexiviados de los cerros de basura -líquidos que escurren de los residuos sólidos- “llegaron a dos cárcamos que están contaminando pozos profundos de las colonias Manantial y Floresta, entre los terrenos más afectados”.
Reiteró la necesidad de que se cumpla la ley en el estado, y que cada municipio se haga cargo de la basura que generan sus habitantes y recordó que en reuniones con autoridades municipales de Valles Centrales, le ofrecían dinero para dejar que el basurero siguiera abierto.
“En una reunión, me dijo el -presidente municipal- de Santa Lucía del Camino: si el problema es el dinero, dime a quién se lo pago. Pero no es cuestión de dinero, y a esos les digo ya vinieron por 42 años a dejarnos su basura, ya no más”.
En medio de música de banda que amenizaba con porras y melodías la celebración de esta clausura y en presencia de las y los pepenadores, el agente municipal les informó que no hay posibilidades de que continúen con ese empleo: “me duele por mucha gente que lleva trabajando muchos años, pero así son las cosas, todo lo que empieza termina”.
No obstante, los representantes de las y los pepenadores de los turnos matutino y nocturno pidieron que “no se olviden” de ellos y del trabajo realizado, luego de hacer entrega de las llaves que permitían el ingreso de camiones recolectores de basura.
Patricia García y Eleazar Pacheco Jiménez, ambos pepenadores, agradecieron haber tenido empleo y pidieron llevar a cabo acciones de separación y reciclaje de la basura, “no se olviden hacerlo, y aquí estamos presentes, aunque el trabajo se va”.
En su oportunidad, el dirigente de la colonia Rancho Viejo, Jesús Niño Morales acusó que el tiradero nunca fue un relleno sanitario, “jamás hubo un manejo como lo marca la ley, pero en cambio solo dejaban la basura y hasta estigmatizaron esa zona, nos decían los del basurero, los viven en el basurero”.
Señaló que hubo dos asambleas comunitarias masivas donde se exigía el cierre, “se enviaron oficios al Gobernador Alejandro Murat Hinojosa, a la titular de la Secretaría del Medio Ambiente, Energías y Desarrollo Sustentable, Helena Iturribarria Rojas, y todos sabían que había un plazo para clausurar este basurero, que no se iba a ampliar, pero no hubo respuestas”.
A esta denuncia, se sumaron dirigentes de más de 20 colonias de la zona oriente, quienes exigieron que las autoridades de todos los niveles atiendan en lo inmediato los trabajos de restauración del ex basurero.