Este jueves, Ricardo Mejía Berdeja, subsecretario de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), acusó a la jueza Isis Peralta Salvador de frenar órdenes de cateo de presuntos inmuebles de la Familia Michoacana antes de que se realizara la masacre en el municipio de San Miguel Totolapan.
Durante la sección Cero impunidad, indicó que el pasado 26 de julio, tras acciones de inteligencia e investigación, autoridades de Guerrero detectaron cinco posibles inmuebles de este cártel en San Miguel Totolapan. Anotó que presuntamente se realizaban actividades ilícitas como la privación de la libertad.
Por esa razón se solicitó a la juzgadora, pero se les negó en un primer momento. Luego de nuevas gestiones del Ministerio Público, señaló el funcionario federal que se autorizó el cateo, pero 48 horas después.
“Tiempo suficiente, mediante el cual los presuntos criminales pudieron tomar providencia para salir del lugar, para quitar evidencias y, al mismo tiempo, realizar cinco bloqueos para dificultar las acciones de las fuerzas federales”, mencionó.
Mejía Berdeja acotó que los cateos ya fueron inoportunos y después vinieron los ataques contra el alcalde Conrado Mendoza Almeda, su padre Juan Mendoza, y policías municipales. Aseveró que no actuar a tiempo puede provocar que se desaten este tipo de eventos.
Mejía Berdeja acotó que los cateos ya fueron inoportunos y después vinieron los ataques contra el alcalde (Foto: Presidencia)
Confirman 20 muertos
El ataque a balazos que se registró ayer en el municipio de San Miguel Totolapa, Guerrero, dejó al menos 20 personas asesinadas, entre ellos el presidente municipal Conrado Mendoza y su padre, quien también fue alcalde municipal, informó el subsecretario de Seguridad Pública, Ricardo Mejía Berdeja.
La semana pasada, en la presentación del informe “Cero Impunidad”, señaló que en zona hay una disputada entre grupos criminales entre “Los Tequileros” y la “Familia Michoacana”, cuyos líderes “El Pez” y “El Fresa”, pueden ser los responsables de estos eventos.
Detalló que el ataque se da en el contexto de la disputa criminal entre grupos delictivos en donde imperó un grupo conocido como “Los Tequileros”, un grupo dedicado fundamentalmente al trasiego y comercialización de Amapola, pero también que se dedicaba al secuestro, la extorsión y perpetró diversos homicidios y desapariciones en la región.