El presidente de EEUU, Joe Biden, ha visitado este domingo por primera vez desde que llegó a la Casa Blanca la frontera de México, coincidiendo con una llegada récord de inmigrantes. El dirigente ha acudido a la ciudad de El Paso, en Texas y uno de los epicentros de la actual ola migratoria. Allí se ha reunido con dirigentes locales y ha visitado el puente fronterizo de Las Américas, que conecta el territorio estadounidense con el vecino del sur. Luego Biden se trasladará a México, para verse con su homólogo mexicano, Andrés Manuel López Obrador y el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau.Unas 2,3 millones de detenciones y expulsiones de migrantes indocumentados en el año fiscal 2022; 108.000 muertes por sobredosis de drogas en 2021: migración y narcotráfico estarán en el centro de la reunión de Biden y López Obrador, este lunes en Ciudad de México. El martes se les unirá Trudeau, para celebrar una Cumbre de América del Norte.
Antes de viajar a El Paso, el presidente anunció un programa de migración limitado a cuatro países: Cuba, Haití, Nicaragua y Venezuela, sumidos en profundas crisis, aunque el flujo incesante abarca varias otras naciones. Se permitirá el ingreso mensual de hasta 30.000 personas durante dos años, apenas un paliativo, reconoce Biden, que culpa a los republicanos de bloquear un plan más ambicioso. Concertado con México, el programa refuerza por otra parte las expulsiones de quienes ingresen ilegalmente.
El secretario estadounidense de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, que acompaña a Biden en el viaje, enfatizó o que el problema migratorio va mucho más allá de Estados Unidos y México. “Esto es algo que no es exclusivo de Estados Unidos”, dijo a “This Week”, de ABC. “Se está apoderando del hemisferio, y un desafío regional requiere una solución regional”.